Los mercados sobre ruedas tendrán estrictamente prohibida la venta y explotación de animales en la Ciudad de México, según quedó establecido en la Gaceta Oficial a partir de este mes de agosto. La venta de animales será sancionada con la suspensión de labores por hasta noventa días, la destitución del representante del puesto o la cancelación del registro.
El artículo 42 de la Gaceta Oficial de la Ciudad de México establece que en los mercados sobre ruedas está estrictamente prohibida la venta y explotación de animales. Esta actividad se suma a otras restringidas, como la elaboración de tatuajes, perforaciones y micropigmentación; el consumo y venta de bebidas embriagantes; la venta de cigarros sueltos, medicamentos, teléfonos celulares, pornografía, pirotécnica, globos de cantoya, réplicas de armas de fuego, armas blancas y uniformes de los cuerpos de seguridad pública.
A partir de este 6 de agosto, los tianguistas deberán actualizar su registro ante el gobierno en un plazo de 90 días. Distribuidores, fabricantes, comerciantes y artesanos de mercados sobre ruedas en la capital deberán acatar esta medida para no sufrir sanciones.
De acuerdo con la organización Igualdad Animal México, esta decisión se suma a la reciente prohibición en Zapopan, Jalisco, de la venta y matanza de animales en vía pública. También se alinea con las reformas de 2019 al Código Penal que tipifican como delito la crueldad hacia los animales de granja.
Los defensores de los derecho animales también destacaron la iniciativa de ley presentada el pasado 24 de abril por la senadora Jesusa Rodríguez en conjunto con Igualdad Animal México. La propuesta busca prohibir a nivel nacional los lugares destinados a la matanza y venta de animales que no cuenten con las medidas sanitarias necesarias o representen un riesgo epidemiológico.
Su objetivo es modificar la Ley Federal de Sanidad Animal, la Ley General de Salud y el Código Penal Federal. Los cambios prohibirían y sancionarían a los establecimiento que comercializan animales en condiciones insalubres, situación que puede propiciar el desarrollo de enfermedades zoonóticas. También se podría establecer una pena privativa de libertad a quienes operen rastros clandestinos y mercados de animales vivos en la república mexicana.
De aprobarse la iniciativa, las medidas supondrán consecuencias para mercados, mercados sobre ruedas y centrales de abasto en los municipios de la federación que no cuenten con normas zoosanitarias y que, por tanto, representen un riesgo epidemiológico.
Es necesario recordar que la enfermedad conocida como COVID-19, responsable de la actual pandemia, surgió en la ciudad de Wuhan, China, y se sospecha que el virus SARS-CoV-2, que la provoca, se originó en un huésped animal y se transmitió después de persona en persona. Es decir, que tuvo un origen zoonótico. El análisis inicial de las transmiciones sugirió que los primero individuos infectados tenían como punto de exposición común a un mercado de mariscos en Wuhan, provincia de Hubei, conocido por comerciar con diferentes animales salvajes para consumo humano, como aves de corral, murciélagos, serpientes y marmotas.
Según explicó en abril el académico Rafael Ojeda Flores, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México, los mercados de animales son espacios de riesgo para la propagación de virus por la cercanía constante que se establece entre diferentes especies, ya que el tráfico ilegal no comercia con un sola, señaló, sino que tiende a juntarlas, hacinarlas y sacrificarlas para venderlas en los mercados del mundo.
“A fin de cuentas se debe de comprender que la mayoría de los virus que circulan en las poblaciones humanas tienen origen en los animales, pero el problema no son los animales, sino cómo el hombre se ha adentrado en los entornos silvestres”, concluyó.
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