La pandemia de coronavirus dejó en evidencia los retos a los cuales se ha enfrentado el desarrollo tecnológico y científico de Latinoamérica en materia de patentes relacionadas con la salud, es por eso que resulta necesario invertir más recursos en estos campos, aseguró el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, durante el III Encuentro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En este sentido propuso impulsar el quehacer científico a través de una aceleradora de patentes y desarrollos tecnológicos con la cual sea posible incrementar la importancia de la región en cuanto a las innovaciones para las cuestiones más relevantes alrededor del mundo, ya sea en salud pública o en otro tipo de aspectos.
El objetivo de esta estructura regional sería el de establecer una relación de convencimiento con instituciones que no sean sólo del sector público para construir el proyecto, el cual podría entrar en funciones durante las próximas semanas en México.
“Queremos respaldar la tarea, los grandes pasos que se dan en nuestras universidades para la ciencia aplicada y los desarrollos tecnológicos y queremos que sea un elemento central de la agenda de América Latina y el Caribe”, destacó Ebrard Casaubón.
Y es que en buena parte de la zona que comprende a la Celac, las principales instituciones encargadas de la innovación científica para las patentes o desarrollos tecnológicos son las universidades, por lo que se deben actualizar los avances, hacerlos públicos fuera de esas áreas y así llegar a una población más extensa.
El canciller mexicano también destacó que esta propuesta podría estar orientada a dotar de capital a las instituciones de las naciones miembros con el fin de llevar los productos al mercado. “Es una solución inmediata para nuestros países a un costo mucho menor que que cualquier prueba se esté fabricando”, explicó.
En medio de la pandemia de COVID-19, Ebrard Casaubón detalló que esta iniciativa podría resultar importante en el desarrollo de una vacuna en contra de la enfermedad, con el fin de no depender de los trabajos de investigación e innovación que se realizan en otros países.
“Normalmente lo que hacemos en América Latina es decir: ‘pues compremos lo que ya esté hecho', y decidimos, tanto empresas como instituciones, en invertir muy poco en el desarrollo”, problematizó el funcionario federal.
También aclaró que la pretensión es lograr este fin durante esta década, pues de no hacerse realidad, la región continuará padeciendo un rezago científico respecto al resto del mundo, el cual tendrá que enfrentarse a tensiones políticas, comerciales y financieras en los años venideros.
Además, este tipo de iniciativas serán importantes no sólo en el campo científico, sino que también dejará consecuencias positivas en otras áreas de la sociedad, como la reducción de la pobreza, misma que se ha endurecido durante la emergencia sanitaria.
En torno a la innovación en México, la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorizó la producción y comercialización de un nuevo ventilador invasivo para la atención de pacientes graves de COVID-19, creado por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
Aunado a esto, hace unos días, el canciller hizo pública la asociación entre entre el gobierno federal y la farmacéutica Sanofi-Pasteur para involucrar a México en la tercera fase de pruebas clínicas del proyecto de vacuna del desarrollador, lo cual significaría un acceso temprano a una vacuna cuando esté lista y en distribución.
MÁS SOBRE ESTE TEMA