El pasado 24 de agosto, Ana Lucía falleció en un hospital de Suiza.
La niña de cuatro años, enferma de leucemia, había partido en enero a Europa, después de que en México le dejaran de suministrar fármacos fundamentales para su recuperación.
“Ana Lucía está muriendo, el corazón no respondió y los demás órganos dejaron de funcionar. A las 15:00, hora de Suiza, será desconectada de la máquina que la mantiene viva. Les ruego nos ayuden a llevarla a México, ella quería regresar”, escribió ese día en redes sociales Walter Rupprecht, padre de la menor.
El cuerpo de la pequeña ya se encuentra en el país, y ahora, casi dos semanas después de la dolorosa pérdida, su padre dirigió un contundente mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien acusa de haber ignorado el sufrimiento de Ana Lucía.
“Seguiré preguntando @lopezobrador_ por qué decidió no ayudar a Ana Lucía. Deseo que mucha gente se dé cuenta que al presidente nada lo conmueve, mi hija pudo haber continuado con el tratamiento de quimioterapia en México, pero prefirieron ignorarla”, escribió a través de Twitter Walter Rupprecht (@evolution_today).
En su opinión, todo podría haber sido distinto si el gobierno federal liderado por AMLO hubiera intercedido para conseguir en el extranjero el medicamento que requería la menor, y si hubiera emprendido esfuerzos para mitigar el grave desabasto de fármacos en las unidades de pediatría oncológica.
“Quiero saber la razón por la cual decidió el presidente no ayudar a Ana Lucía. Ella estaría viva, aquí conmigo, llenando de amor mi vida y la de todas las personas que la amamos”, añadió en otra publicación, que acompañó de una bonita imagen de su esposa y su hija.
Aunque el dolor por la muerte de su hija le ha impedido hasta ahora recurrir a la justicia, Rupprecht aseguró que emprenderá acciones legales contra los responsables, y pidió la ayuda de algún despacho de abogados que quiera representar a la familia.
“Que se castigue a los responsables, porque es una muerte de una niña de cuatro años por culpa del gobierno. Algunos abogados, alguna firma de abogados que quisiera representarnos para hacer la denuncia, eso tendré que hacerlo próximamente porque todavía no estoy listo para empezar con eso”, expresó entre lágrimas, durante una entrevista con el diario El Heraldo de México.
En este momento, reveló, debido a la atención sanitaria que Ana Lucía recibió en Suiza, tienen una deuda millonaria.
Para poder viajar a ese país y costear el tratamiento, Walter Rupprecht, de nacionalidad mexicana y suiza, y su esposa, Rosalba Contreras, vendieron sus dos autos, pidieron préstamos, organizaron rifas y recibieron donaciones. Él dejó su trabajo como profesor en Cuautla, Morelos, y ella, también docente, se quedó, a la espera de que la Secretaría de Educación de la entidad le permitiera abandonar su puesto para reunirse con su hija en Europa.
Según él, la decisión la tomaron después de que el Hospital 20 de Noviembre del Issste, en Ciudad de México, dejara a la pequeña sin sesiones de quimioterapia durante más de cuatro meses. Explicó que Ana Lucía sufrió también un shock anafiláctico después de que le suministraran un lote de mala calidad de L-Asparaginasa, y aunque necesitaba recibir dosis de Erwinaze -un medicamento que no se consigue en el país-, la clínica y las autoridades rechazaron pedirlo en el extranjero.
Así, su hija se convirtió en víctima del desabasto de fármacos oncológicos en los hospitales nacionales.
Viendo que se les habían agotado las opciones, no lo dudaron y sacrificaron todo por partir a Europa. Una versión distinta a la que proporcionaron entonces las autoridades y el personal médico.
López Obrador: “falso” que la menor no recibiera tratamiento
Los mensajes que escribió estos días Walter Rupprecht a través de Twitter a López Obrador, surgen en el marco de una controversia que se produjo a finales de enero, cuando los medios comenzaron a denunciar el caso de Ana Lucía, a raíz de un artículo escrito por el columnista de El Universal, Héctor de Mauleón.
Cuestionado acerca de los hechos, Andrés Manuel López Obrador respondió entonces que los padres eran extranjeros -ambos tienen nacionalidad mexicana-, y arremetió contra el autor de la publicación.
“Leí hace tres días, cuatro días, un artículo que me llamó la atención, de un columnista de El Universal donde una niña, un niño de tres años, dice el columnista, que por no ser atendido de su enfermedad de cáncer decidieron irse del país, y por culpa del presidente de México [...] Pero es un exceso, o sea, yo no estaba ni enterado, en donde supuestamente los padres extranjeros resuelven irse a su país, porque allá sí el niño o la niña va a tener atención médica”, comentó en conferencia de prensa el mandatario.
La polémica no terminó ahí, y un día después, el jefe del ejecutivo federal dijo que era “falso” que la paciente pediátrica no hubiera recibido tratamiento, y para demostrarlo, leyó una carta escrita por la especialista que atendía a Ana Lucía, identificada como Luz Victoria.
“La doctora que atendió este caso del hospital 20 de noviembre me mandó una nota que quiero compartir con ustedes”, apuntó López Obrador, antes de que se leyera el documento.
“Derivado de la información vertida por el señor presidente el día de ayer por la mañana, quisiera pedirle de favor que haga extensa la información a la maestra Raquel Buenrostro de que el artículo publicado por El Universal donde se dice que la paciente Ana Lucía Ruprech se tuvo que ir del país a Suiza para recibir atención porque aquí se le abandonó, es falso”, comenzaba la carta.
“La niña era tratada con nosotros en el Centro Médico 20 de Noviembre en Hematología Pediátrica y fue diagnosticada a su llegada a nuestro servicio de manera correcta y rápida, y recibió el tratamiento de quimioterapia disponible, logrando la remisión de la enfermedad”.
“Presentó una reacción alérgica a la L-Asparaginasa, la cual está descrita en la literatura internacional como posible, y los padres, quienes tenían contacto con los médicos suizos nos preguntaron de las posibilidades de adquirir los fármacos que los sustituyera, dada la importancia que implica en el tratamiento. Y ellos por su cuenta lo adquirieron, ya que no cuentan con clave del sector salud para poder realizar las compras por paciente específico”, agregó.
“Posteriormente, fue atendida ante cada una de las complicaciones presentadas y brindamos información a los médicos del hospital suizo, dada la transparencia de la información que tenemos del estado de salud y a solicitud de los padres, ya que buscaban desde el principio ser atendidos o en EEUU o en Suiza. Después de varios meses, el gobierno suizo autorizó su atención y la niña viajó a Suiza el 22 de enero de este año junto con su padre. La paciente recibió el resto de su quimioterapia y se trasladó en óptimas condiciones de salud, verificada por su médico tratando y por mí como jefe de servicio”, añadió.
Más allá de la carta escrita por el personal del hospital, lo cierto es que el desabasto de medicamentos no fue denunciado únicamente por los padres de Ana Lucía, y ha persistido en el tiempo, tal y como declararon a través de un escrito familiares de niños con cáncer el pasado 25 de julio.
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