A medida que se acercan las elecciones federales en México, las redes sociales más importantes del momento comienzan a tomar medidas importantes para evitar las violaciones al proceso electoral.
Ahora tocó el turno de Facebook, donde se pondrán a prueba una serie de protocolos que pretenden transparentar la contratación de propaganda de los partidos políticos o protagonistas de los comicios, con el objetivo de impedir las campañas sucias, según la información recogida por el diario Milenio.
El medio informó que como parte del plan de blindaje al rededor de las campañas sucias, se precisará el origen de todas las publicidades pagadas con fines meramente políticos, además de etiquetar a quienes compren los espacios destinados a dicha tarea.
Entre las herramientas que podrán a prueba destaca un método para evitar las noticias falsas. De acuerdo con el periodista Fernando Santillanes, a través de un equipo de verificadores internacionales, la red social buscará bloquear aquella información incorrecta con potencial de influis en las decisiones electorales.
Otra de sus medidas, revelaron, será mostrar el nombre del responsable tras el pago del anuncio, así como el costo de cada publicidad contratada. Quien pague dichos anuncios, además, deberá identificarse y acreditar que vive en México.
Parte de acreditar su identidad será la presentación de un documento oficial con fotografía como la INE o pasaporte, así como transparentar al responsable de la inversión.
Además, la red social prepara un archivo en el que todos los anuncios podrán almacenarse para su consulta hasta un periodo de siete años. Dicha API será puesta a disposición de la investigación especializada para su correcto análisis.
Todas las medidas anteriores también serán implementadas en las redes sociales propiedad de la misma compañía como lo son Instagram o WhatsApp. En caso de no cumplimentar en su totalidad dichos procesos, podrían ser incluso borrados.
Durante las elecciones federales de México en 2021, a realizarse el 6 de junio, se hará la elección de 500 diputados federales al Congreso de la Unión para la LXV legislatura que iniciará el primer día de septiembre del mismo año. 300 serán elegidos por mayoría relativa y 200 por la vía plurinominal.
Además, estarán en disputa 15 gubernaturas entre las que destacan ocho dominadas actualmente por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como lo son Campeche, Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecaz.
Por otra parte, el PRD se juega su única gubernatura en el estado de Michoacán; el Partido Acción Nacional (PAN) pondrá en juego las de Baja California Sur, Chihuahua, Nayarit y Querétaro; mientras que en Nuevo León saldrá Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien llegó como independiente.
Morena pondrá en el aire su continuidad al frente de Baja California. En el estado, la propuesta de Jaime Bonilla por extender su mando por más de los dos años que le corresponden fue declarada inconstitucional por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En total serán renovados 30 congresos locales, es decir, 1,063 diputados estatales; además de 1,926 ayuntamientos y juntas municipales, igual en 30 entidades; para lo cual deberán contratarse más de 50,000 supervisores y capacitadores estatales, según estimaciones del INE.
Por otra parte, aunque Andrés Manuel López Obrador pretendía adelantar la revocación de mandato para llevarse a cabo junto a las elecciones de 2021, la propuesta fue rechazada y será hasta 2022 que se vote por su permanencia en el poder.
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