La Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) es la nueva central creada por Napoleón Gómez Urrutia con la cual regresa a la vida sindical activa.
Según Gómez Urrutia la CIT tiene como fin defender los derechos económicos y sociales del movimiento obrero, los cuales han sido traicionados y abandonados por dirigentes que responden más a los intereses de la clase empresarial que se ha enriquecido a costa de bajos salarios y escasas prestaciones.
Gómez Urrutia desmarcó a esta nueva organización gremial del partido Morena y del gobierno federal e indicó que esta confederación no surge del gobierno ni del Senado, ni de un partido político, sino de una necesidad de la clase trabajadora que se siente abandonada por sus dirigentes.
No nace por las órdenes de arriba, sino por la necesidad de pagar esa enorme deuda que se tiene con los trabajadores nacionales, que tan sólo durante el periodo de vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, ya desaparecido), los salarios de los trabajadores mexicanos pasaron a ser de los peores en América Latina
Durante la Asamblea Constitutiva de la CIT, en febrero de 2019, compuesta por 10 federaciones y 150 sindicatos, la cual se llevó a cabo en las instalaciones del Sindicato Minero, Gómez Urrutia llamó a globalizar la defensa y unidad de los trabajadores para hacer frente a empresas que con políticas neoliberales explotaron a la clase obrera para obtener enormes ganancias.
Aseguró que esta central obrera respalda el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, para democratizar a los sindicatos y sus integrantes puedan elegir libremente a sus dirigentes a través del voto directo, secreto y universal, como ordena la reforma laboral.
Estableció que la política laboral de los últimos años ha sido equivocada y hay una deuda histórica con la clase trabajadora del país, al tiempo que se pronunció por orientar la política laboral hacia el mercado interno, luego que el neoliberalismo optó por fortalecer las exportaciones, vulneró la justicia laboral y provocó o la caída del mercado interno.
Ahora se debe revertir esta situación y buscar el fortalecimiento del mercado interno y esto sólo se puede lograr con la recuperación del poder adquisitivo del salario y el apoyo a la industria nacional
Durante la presentación pidió a los integrantes de la CIT confiar en el proyecto de nación del nuevo gobierno y dejar atrás viejas prácticas y vicios que destruyeron y dividieron al movimiento obrero.
Requerimos transformar el mundo laboral con el objetivo de que la clase obrera se quede rezagada y que debe subirse a la Cuarta Transformación que impulsa López Obrador
Durante la presentación estuvo acompañado por los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza Flores, y por el líder de la Confederación Regional Obrero Mexicana (CROM), Rodolfo González Guzmán, quien consideró que inicia una nueva etapa en el sector obrero y deja atrás el “charrismo” sindical que permitió a los dirigentes enriquecerse y ocupar cargos políticos a costa de la miseria de los trabajadores.
Gómez Urrutia aseguró que el surgimiento de esta central obrera es más para lograr un cambio e ir al lado del gobierno federal, así como apoyarlo en las iniciativas que beneficien a los obreros del país y al mismo tiempo poder criticar las acciones de gobierno que perjudiquen los intereses de la clase asalariada.
Vamos a luchar por la justicia, la democracia y la autonomía de las organizaciones sindicales, en donde los trabajadores designen libremente a sus dirigentes
En abril de 2019, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) otorgó la toma de nota a la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) con fecha de vigencia al 21 de febrero de 2025, es decir, el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM) estará al frente de la Confederación por seis años.
Por otro lado, desde hace dos años, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCyA), emitió un laudo que obliga al senador Gómez Urrutia a pagar USD 55 millones que no entregó a ex trabajadores de Cananea como indemnización cuando la mina fue privatizada.
Ahora, la JFCyA tiene la orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de emitir un nuevo laudo que deberá ser condenatorio, porque lo importante es que se haga justicia que se ha tardado poco más de 15 años en llegar.
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