El medicamento más señalado por ser contraproducente para los pacientes con coronavirus es la dexametasona; sin embargo, existen otros fármacos que no son recomendados para el tratamiento del COVID-19, pues no han demostrado reducir su mortalidad.
Simón Kawa Karasik, director general de la Coordinación de los Institutos Nacionales de Salud (CINS) señaló durante la conferencia vespertina diaria sobre la pandemia, aquellas medicinas como la hidroxicloroquina y el tocilizumab que podrían ser riesgosas para la salud de la población.
Alertó acerca del uso de medicamentos que no cuenten con evidencia científica, pues aseguró que puede tener implicaciones serias en la salud de los ciudadanos, sobre todo si se administra sin una prescripción médica.
Quienes estudiamos medicina no hacemos las cosas sin evidencia, porque es una mala práctica médicia y tiene implicaciones serias, incluso éticas, que pueden causar daños a la salud, pero también económicos y morales
Sobre todo, el funcionario destacó el caso del tocilizumab, un medicamento que fue solicitado ampliamente por médicos mexicanos en redes sociales el pasado mes de junio.
Kawa Karasik señaló que ese fármaco tiene un costo de 10,000 pesos y podría ocasionar en los pacientes inmunosupresión, reactivar infecciones como la tuberculosis, intoxicar al paciente.
No se recomienda tratar el COVID-19 con dióxido de cloro, Ivermectina, terapias de células madre, Nitazoxamida, Azitromizina y Ozeltamivir, hidroxicloroquina, remdesivir y favipiravir, de acuerdo con Milenio.
En el caso de la dexametasona, Kawa Karasik reiteró que solo debe administrarse por indicación de un médico.
Sobre la hidroxicloroquina señaló que hasta el momento no se ha logrado comprobar su efectividad en la reducción de la mortalidad de los pacientes y fue descartada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como tratamiento en ensayos clínicos, a pesar de que era uno de los fármacos más recomendados al inicio de la pandemia.
Otro medicamento que sonó bastante fue el remdesivir. Sin embargo, puesto que no redujo la mortalidad de los paciente, el funcionario no lo recomendó como tratamiento. Pero, lo que si se pudo demostrar fue una reducción el tiempo de hospitalización de 15 a 11 días.
El favipiravir, explicó, aún se encuentra en ensayo para determinar si logra evitar el estado grave de la enfermedad. Hasta ahora, se sabe que en conjunto con el maraviroc es capaz de reducir la inflamación de los pulmones.
Finalmente, el plasma convaleciente, es decir, el que proviene de personas curadas de la enfermedad, ha mostrado un 40% de falla por la falta de anticuerpos para neutralizar al virus, por lo que no fue recomendada.
La hidroxicloroquina y el tocilizumab son los fármacos con mayor polémica en cuanto a su uso. El segundo de ellos fue el protagonista de una petición médica a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), pues existía un freno aduanal para su ingreso al país en el mes de junio.
Varios doctores solicitaron a la dependencia que se eliminara el freno para poder atender a los pacientes. El doctor Francisco Moreno Sánchez, jefe del programa COVID-19 en el Hospital ABC, compartió por medio de Twitter un mensaje en el que explicaba la existencia de desabasto del medicamento.
Cuando México presenta uno de lo índices de letalidad más altos a nivel mundial, nos estamos quedando sin un medicamento fundamental para el tratamiento del COVID-19. Se llama Tociluzimab
Actualmente en México la Secretaría de Salud (SSa) confirmó que van 47,746 decesos y 439,046 casos acumulados de COVID-19 desde que comenzó la pandemia el pasado 28 de febrero.
José Luis Alomía, director nacional de Epidemiología, especificó que el cálculo estimado de casos activos está en el 10%, respecto a los casos estimados (478,082), es decir 48,772 pacientes se contagiaron en los últimos 14 días y tienen la capacidad de generar más contagios.
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