La detención en las primeras horas de este domingo del supuesto líder del Cártel Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, uno de los presuntos criminales más buscados e influyentes del país, generó también la inevitable conversación cuando un dirigente de este calibre cae, es arrestado o muere: ¿quién continuará al frente de la organización en cuestión?
El Marro, otrora supuesto participante de cárteles como Los Zetas, uno de los más sanguinarios en su momento, encabezó un grupo criminal que, por encima de todas sus actividades, tenía al robo y tráfico de combustibles robados (el llamado “huachicol”) como su base de operaciones y principal sustento.
El Cártel Santa Rosa de Lima, que se consolidó como uno de los más poderosos del país, sobre todo en el estado de Guanajuato y en el centro de México, libra también una batalla con otro de los grupos más temidos: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJN), con quien ha mantenido una rivalidad violenta que ha hundido aún más a México en la espiral de violencia e inseguridad que vive desde hace varios lustros.
Con todas estas situaciones tendrá que lidiar el nuevo liderazgo del grupo, que por ahora se perfilaría hacia una mujer, ya que El Marro construyó su poder rodeado sobre todo de sus familiares y pareja. A continuación, un breve recuento de las posibles nuevas lideresas del Cártel Santa Rosa de Lima:
La mamá de El Marro
María Eva “O” es la madre de José Antonio Yépez Ortiz y podría ser una de las nuevas cabecillas del grupo tras la captura de su hijo. Estaría relacionada con las finanzas del Cártel Santa Rosa de Lima. La mujer ha sido detenida, pero siempre fue liberada por falta de pruebas.
La última vez ocurrió a finales de junio, cuando durante un operativo destinado a captura a El Marro, la mujer, junto a más de una veintena de personas fueran detenidas en Celaya, Guanajuato. Su liberación causó decepción entre la sociedad, ya que también apenas unos días antes, el padre de “El Marro” consiguió su liberación bajo fianza, por lo que sigue su proceso judicial fuera de prisión.
Ya en octubre del año pasado, una llamada telefónica fue interceptada por autoridades federales entre una mujer identificada como “Lucha”, mamá de El Marro, y el líder del Cártel de Santa Rosa de Lima. “De casualidad no anda mi ‘Marrillo’ ahí?” le pregunta la señora Lucha a otra identificada como Chona o Chola.
“Aquí anda con nosotros desde ayer, aquí está en la casa”, le responden. A lo que la madre del presunto líder huachicolero contesta “Ay ¿y no me lo puedes mandar? ¡Ay, mi Marro!”, insiste.
“Lo van a agarrar. Aquí que se esté, mejor”, contesta la otra mujer. “¿Sí comió?”, pregunta la madre de El Marro y pide que su hijo le conteste el teléfono. “Entonces estate ahí pero, ¡ay hijo! y le reprocha ¿por qué no traes el celular’ NO me contestas ni una llamada, hijo”. En la parte final de la llamada “El Marro” promete contestarle y mantener encendido el teléfono móvil.
La hermana de El Marro
Juana “N”, una de las hermanas de Yépez Ortiz, también fue una de las detenidas durante aquel operativo de finales de junio. Sin embargo, como todas las personas aprehendidas en aquel momento, también fue liberada.
Junto a ella, había sido detenida una de las primas del ahora capturado líder del Cártel Santa Rosa de Lima, Rosalba “N”. Estas mujeres podrían estar involucradas en el negocio que llevaba a cabo su hermano y primo, respectivamente, pero no han podido ser relacionadas directamente por las autoridades hasta ahora.
Sin embargo, otra de las hermanas del presunto huachicolero ha sido señalada como una posible operadora del grupo criminal en Celaya, uno de los bastiones del Cártel: se trataría de Karem Lizbeth “N”. Pero la mujer y su esposo habrían sido asesinados en enero pasado por una célula del CJNG.
La pareja de El Marro
En el rompecabezas de las mujeres del Cártel de Santa Rosa de Lima se encuentra la pareja de El Marro, Karina “N”, una presunta operadora de la organización criminal y que, de acuerdo con los relatos de medios locales, tuvo una relación importante con Yépez Ortiz.
La mujer fue capturada a finales de enero y liberada una semana después, ya en febrero, debido a que, durante su audiencia, el juez no encontró los argumentos suficientes para procesar a la mujer y a otras tres personas, detenidas en el mismo operativo.
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