La Fiscalía General de la República confirmó este viernes 31 de julio que se iniciaron diversas carpetas de investigación en contra de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, y cinco personas más, entre ellas los dos ex líderes de la Policía Federal mexicana, Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino.
La FGR también señaló que está investigando cinco empresas vinculadas con los acusados. “Se han realizado diversas diligencias y se han obtenido también las autorizaciones judiciales para técnicas especiales de investigación”, declararon en el comunicado.
“Los avances se han ido dando conforme las distintas autoridades han brindado su colaboración; todo ello vinculado con las solicitudes de asistencia internacional que se han tramitado ante los Estados Unidos de América; y que habrán de ser recibidas conforme los procedimientos en ese país lo vayan permitiendo”, informaron.
El comunicado puntualizó que en diciembre de 2019, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, notificó ante el Ministerio Público la información que había adquirido hasta el momento de cada uno de los casos investigados.
Una vez que se reúna la totalidad de la información autorizada por los jueces y obtenida legalmente, se procederá a la imputación judicial correspondiente
Los casos de Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino y sus respectivas investigaciones del Ministerio Público han ido avanzando, de acuerdo con el documento de la FGR. Además, señalaron que la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP ha congelado las cuentas que “legalmente es posible realizar”. Mientras tanto, “se llevan a cabo las diligencias de investigación procedente”.
La FGR también confirmó que la información al respecto se ampliará públicamente en el momento en que la legislación vigente lo permita.
Este jueves, un gran jurado de Nueva York acusó a Cárdenas Palomino y a Ramón Pequeño, incluido el ex secretario de Seguridad Pública, preso en una cárcel de Brooklyn, y quien supuestamente supervisó un cargamento de 50,000 kilos de cocaína del Cártel de Sinaloa.
Las acusaciones marcaron una impresionante caída en desgracia para los dos ex líderes de la policía mexicana, quienes habían sido celebrados por funcionarios de seguridad nacional y diplomáticos de los Estados Unidos como socios confiables en la lucha contra los cárteles de la droga durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).
Ambos policías, en lugar de combatir a los narcos, habrían colaborado y aceptado millones de sobornos de ellos. Cárdenas Palomino se destacaba como director de Operaciones Regionales para la fuerza de la Policía Federal, mientras que Pequeño García fue jefe de la División de Antinarcóticos de la corporación policíaca.
Las acusaciones forman parte de una investigación sobre la corrupción del gobierno mexicano, que comenzó después de la condena del narcotraficante y fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán. En diciembre de 2019, los fiscales del Distrito Este de Nueva York arrestaron a su primer gran objetivo, Genaro García Luna.
Pequeño García y Cárdenas Palomino fueron dos de los principales lugartenientes de García Luna. A partir de 2006, cuando éste fue designado para ocupar un puesto a nivel de gabinete, los tres hombres fueron nombrados como los nuevos y audaces arquitectos de la guerra contra el narcotráfico. Los tres trabajaban estrechamente con altos funcionarios de seguridad y diplomáticos de Estados Unidos.
Esa alianza condujo a la captura de docenas de capos, pero también a un número récord de muertes y desapariciones. Pese a ello, las autoridades mexicanas defendieron la lucha asegurando que el derramamiento de sangre era un mal necesario en sus esfuerzos por desmantelar a las organizaciones criminales.
Las acusaciones contra Pequeño y Cárdenas Palomino son resultado de meses de esfuerzos infructuosos por parte de agentes de Estados Unidos para convencerlos de que cooperen en el posible juicio contra su ex jefe. Ambos permanecen en libertad.
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