Un tiroteo de cuatro horas entre policías y sicarios reflejó una realidad que entonces pasaba desapercibida: el reclutamiento de mujeres menores de edad por parte de los cárteles de la droga.
Después del tiroteo fueron detenidas 10 personas, entre ellas cinco mujeres entre los 16 y 21 años de edad que fueron identificadas como Las Cachorras, un grupo de sicarias integradas por el Cártel de Los Zetas.
María Guadalupe, Ana Lilia, Sandra Alejandra e Isela de 21 años, 19, 19 y 18 años fueron detenidas después de ese tiroteo. Otras como Verónica Nájera, ‘La Güera’, y Mireya Moreno Carreón, ‘La Flaca’, quienes actualmente están presas en la cárcel federal del estado de Morelos, donde enfrentan un proceso penal por 18 asesinatos.
A pesar de las detenciones y la pérdida del poder de Los Zetas, Las Cachorras se mantienen vigentes y forman una parte importante del cártel ya que se dedican a la extorsión y el asesinato de rivales.
Jesús Lemus, escritor de libros relacionados con el narco y quien recientemente analizó la operación de Las Cachorras, afirmó que se mantienen operaciones en los estados de Guanajuato, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Zacatecas.
Cada célula estaría integrada por entre 10 y 15 mujeres, lo que muestra una importante presencia femenina al interior de Los Zetas.
“Este grupo surgió en 2010 y están identificadas con las ideas y la operación de los viejos zetas. El último vestigio que tuve de ellas fue en 2017 cuando se dio la disputa entre María Teresa Rodríguez ‘La Tía’ y Leticia Rodríguez Lara ‘Doña Lety’, en Quintana Roo, ellas fueron fundadoras de Las Cachorras.”
“Doña Lety” fue detenida en Puebla en agosto de 2017, luego de haber detonado la violencia en Cancún, donde le disputó la plaza a “La Tía”, quien había sido ascendida por Juan Gerardo Treviño Chávez, “El Huevo”, cuando se hizo cargo del cártel y quien estuvo bajo las órdenes de “La Tía” en la zona de Reynosa, Tamaulipas.
“Hasta donde tengo entendido ahora el grupo está encabezado por Leticia Jiménez, ‘La Muñe’, quien no debe andar por arriba de los 35 a 45 años de edad”, expresó Lemus, quien señaló que se habla poco de estas mujeres, ya que no se dedican al tráfico de drogas sino que tienen muy bien definida su participación en la organización criminal: el sicariato y extorsión.
El el grupo existe una especie de sistema de escalafón en el que luego de cometer cinco homicidios, cualquiera de “Las Cachorras” pasa a formar parte de “Las Panteras”, un grupo de élite al que se considera que sus integrantes son aptas para asumir el mando de las células locales, en los estados en donde mantienen presencia Los Zetas.
Las Cachorras habrían sido fundadas en 2010 por Ana Karen Cuevas, quien entonces era pareja de Hernán Ramos “La Calaca”, que llegó a ser jefe de plaza de los Zetas en el Estado de Hidalgo.
Cuevas fue detenida en 2012, acusada de tener la función de secuestrar y asesinar, junto con Verónica Nájera, a todos los enemigos del cártel.
Según Lemus, otra de las mujeres integrantes del grupo era Mireya Moreno Carreón, apodada “La Flaca”, detenida y procesada por ser la jefa de plaza del municipio de San Nicolás de los Garza, Nuevo León. Actualmente está procesada por los delitos de tráfico de estupefacientes, homicidio calificado, portación de armas exclusivas de las fuerzas federales y Delincuencia Organizada.
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