El periodista y escritor sinaloense, Jorge Zepeda Patterson, publicó un texto en el que desglosa los que, a su parecer, son los verdaderos poderes que mantienen blindado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de cualquier ataque de la oposición, advirtiendoles además, que prácticamente están menospreciando el alcance del tabasqueño, algo que podría resultarles contraproducente.
Zepeda inicia el texto titulado ¿Por qué AMLO es imbatible? Hasta ahora –publicado este jueves en Milenio– apuntando que los detractores del mandatario mexicano asumen que la única fuerza con la que este cuenta se encuentra en sus niveles de aprobación –y destaca que si bien han caído del 80 al 60 por ciento, sigue siendo una simpatía nada despreciable–, cuando en realidad, explica, si vieran un poco más allá se encontrarían con diversos factores que hacen que AMLO quede inmune a los ataques virales de los que es blanco cada que se equivoca en alguna de sus declaraciones o fija una postura polémica.
“La estrategia para derrotar al presidente mexicano, o al menos neutralizarlo, asumen en estos círculos, pasa entonces por minar esta fuente de apoyo mediante la exhibición de la pobreza intelectual y ejecutiva que atribuyen al presidente y la ineficacia de su Gobierno. Bajo esta lógica, por más argumentos populistas que difunda el soberano, la ausencia de resultados y la inoperancia terminarán por ahogar las expectativas y debilitar el apoyo de las masas”.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas (...) Mientras sus críticos se regodean con la última ocurrencia o declaración que, a su juicio, demuestra la ignorancia o mala fe del mandatario, este teje un entramado de alianzas con poderes fácticos que poco a poco van fortaleciendo su posición y dotando de botones y palancas a la cabina de mando desde la que pilotea al país”.
Y para ahondar en lo anterior puntualiza cuatro elementos –aunque aclara que hay más– que sostienen su advertencia.
El apoyo de las Fuerzas Armadas
Aquí, el analista señala que si bien la relación cercana del Ejército con la figura presidencial, en México ha sido cosa de siempre, con el presidente Andrés Manuel está especialmente marcada y “va más allá de una lealtad institucional”.
“Las fuerzas armadas coinciden plenamente con la visión del presidente porque en muchos sentidos también es la suya. Un acendrado nacionalismo, una perspectiva estatista de los asuntos públicos, una obsesión por la historia patria, una atención mayúscula a lo que pasa más allá de las ciudades, un contacto permanente con el pueblo y sus tradiciones. En muchos sentidos el presidente, es “su presidente” por vez primera en muchos sexenios. Consecuentemente, los militares han terminado por convertirse en su brazo derecho”, explica.
Y para ejemplificar lo dicho recuerda que la presencia militar actualmente se encuentra desde las mismas calles hasta la administración de aduanas y puertos o limpieza del sargazo en las playas.
AMLO y su particular relación con Estados Unidos
En este inciso, Zepeda Patterson subraya que la relación que López Obrador a cultivado con la Casa Blanca no es equiparable a la de otros sexenios. “Y tratándose de Donald Trump, no es poca cosa”, indicó.
“Si al menos ha servido para evitar las represalias que se suponían inminentes, dada la hostilidad del neoyorquino, lo que ha conseguido el tabasqueño es significativo (...) El diálogo abierto que sostienen ambos presidentes y algunas exhibiciones de apoyo mutuo, han convertido al factor ‘yanqui', contra todo pronóstico, en un frente favorable para el supuesto presidente de izquierda que tendría que haber sido satanizado por Estados Unidos”, detalló el escritor.
El presidente y sus empresarios
Luego aquí, Jorge Zepeda hace hincapié en que, contrario a lo que se piensa, AMLO sí ha sabido manejar su relación con la cúpula empresarial. Pero señala dos diferencias con el desenvolvimiento habitual de la figura presidencial en otras administraciones: sin favoritos y apostado a los que verdaderamente pesan.
“López Obrador se ha cuidado de mantener una relación amistosa con las grandes fortunas del país. Si bien con los organismos empresariales ha mantenido una relación fluctuante, sobre todo por su renuencia a apoyar a la iniciativa privada en los paquetes de reactivación económica tras la pandemia, su relación con Carlos Slim, Salinas Pliego y similares ha sido regular y constante. En su Consejo Asesor Empresarial no están los representantes oficiales de los organismos empresariales sino los que verdaderamente pesan en la Bolsa Mexicana de Valores (...) incluso, la relación con los dueños del dinero en su conjunto podría ser más favorable que la de sus antecesores”.
Los gobernadores de oposición
Este es el cuarto –más no necesariamente el último, insiste– de los factores que empoderan al presidente mexicano. Zepeda sí aclara que no es con todos los gobernadores de la oposición, pero señala como clave los casos en los que AMLO ha desarrollado empatía con los mandatarios estatales que parecían no ceder. Por ejemplo, Enrique Alfaro en Jalisco o Diego Sinhue Rodríguez en Guanajuato.
“El presidente ha logrado desarrollar una relación de empatía o hacer causa común con gobernadores de partidos rivales y, en esa medida, debilitado los intentos de formar un sólido club de mandatarios de oposición. Los titulares de Oaxaca o Hidalgo, de filiación priista, parecerían pertenecer a Morena e incluso los más enconados en sus críticas, como los de Guanajuato o Jalisco, han reculado ante las propuestas del presidente”.
También en ese punto incluye las sorpresivas buenas relaciones que el mandatario mexicano tiene en el poder legislativo y con la “aristocracia sindical” del sector obrero, el que además recuerda, siempre ha sido “un dolor otros presidentes”.
Jorge Zepeda Patterson concluye su columna advirtiendo: “los críticos del presidente han asumido erróneamente que su fortaleza reside en una narrativa demagógica que genera el apoyo de los sectores populares (...) piensan que bastará con denunciar el fracaso de sus políticas para pinchar la burbuja gracias a la que el tabasqueño se ha encaramado al poder. No es así. Para efectos prácticos, el presidente no ha hecho más que consolidarse a lo largo de los meses, más allá de los niveles de aprobación”.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: