La economía mexicana podría contraerse entre 8.5% y 10.5% en 2020, estimó el miércoles el subgobernador del banco central Gerardo Esquivel, en medio de la pandemia del coronavirus que ha golpeado la actividad económica y provocado la pérdida de más de un millón de empleos formales.
México comenzó a salir lentamente en junio de dos meses de restricciones a la actividad económica no esencial impuestas para frenar el avance del virus, que, sin embargo, no ha podido contener. El país latinoamericano en el cuarto lugar a nivel mundial con mayor cantidad de decesos relacionados al COVID-19.
Esquivel dijo el Producto Interno Bruto (PIB) caería entre esos rangos ante la posibilidad de que la actividad económica del tercer y cuarto trimestre estén todavía por debajo del nivel del año pasado.
El subgobernador estimó en un artículo que la actividad caería entre 8% y 12% en el tercer trimestre y entre 4% y 8% en último tramo de 2020.
"No sería sino hasta 2022 cuando esperaríamos regresar a los niveles de producción que teníamos antes del inicio de la pandemia", sostuvo Esquivel.
La economía habría registrado una contracción histórica en el segundo trimestre debido al freno en la actividad productiva por la pandemia, de acuerdo a un sondeo de Reuters.
México contabiliza hasta ahora 402,697 casos conocidos de coronavirus y 44,876 muertes ligadas al virus, muy cerca de destronar al Reino Unido como la tercera nación en el mundo con más fallecimientos por COVID-19. (Con información de Reuters).
Trabajo desde casa, apoyará la economía en diversos sectores
Esquivel también compartió un análisis de Luis Monroy Gómez, donde expone que el trabajo desde casa podría significar una estabilidad en diversos sectores.
A partir de los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y siguiendo la metodología propuesta por Dingel and Neiman (2020), identificaron que el número de ocupaciones que en el caso mexicano pueden desarrollarse desde casa dado el tipo de actividades que ellas implican. Entre 20% y 23% de los trabajadores ocupados mexicanos realizan ocupaciones que pueden ser realizadas vía remota.
De igual forma, se identificó que las ocupaciones con mayor facilidad de realizarse vía remota se encuentran concentradas en la cola derecha de la distribución de ingreso laboral por hora. En términos regionales, éstas se concentran en el centro y norte del país, particularmente en el Estado de México, la Ciudad de México y Nuevo León. De los trabajadores que realizan estas ocupaciones, menos de un 5% tiene un ingreso que les coloca por debajo de la línea de pobreza laboral.
“Mi análisis identifica que entre el 20 % y 23 % de los ocupados en México pueden realizar sus actividades desde casa. De igual forma, identifico que la mayoría de estas ocupaciones se encuentra concentrada en la cola derecha de la distribución de ingreso. También que éstas son realizadas en su gran mayoría por mujeres.
Tomando como referencia la línea de bienestar calculada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, también identifico que menos de 5 % de los hogares en donde al menos un miembro puede trabajar desde su vivienda se encuentra en situación de pobreza. Vale la pena señalar que estos resultados son cotas superiores. Es decir, representan el máximo de trabajadores que puede realizar sus actividades a distancia.
Ello pues la metodología empleada utiliza información sobre las características de las ocupaciones proveniente de cuestionarios estadounidenses, por lo que estarían caracterizando a una economía más tecnificada que la mexicana.
El que las ocupaciones que pueden llevarse a cabo desde casa se concentren en la parte superior de la
distribución de ingreso laboral, pone de manifiesto que no sólo los mas pobres son quienes no pueden trabajar desde casa, sino que la gran mayoría de la población se encuentra en dicha situación. En términos de política pública esto implica que es necesario considerar una variedad de intervenciones que sí bien enfoquen sus esfuerzos sobre la población de menor ingreso, no dejen de lado al resto. Ello implica políticas encaminadas a asegurar la sostenibilidad de las empresas que emplean a los trabajadores de los sectores más afectados, como son la construcción y la manufactura, así como proteger el nivel de ingresos de dichos trabajadores. El proteger las fuentes de empleo de quienes pueden laborar desde casa redunda en garantizar que puedan mantener su consumo y con ello, permitan a quienes no pueden aislarse seguir recibiendo un ingreso por su trabajo”.