El gobierno de Enrique Peña Nieto pasa a la historia como una presidencia imperial en donde los gastos excesivos con cargo a los mexicanos no tenían límite, las compras de lujosas casas en exclusivos barrios residenciales y la adquisición y uso irregular de aeronaves fueron la constante y hasta ahora siguen impunes.
En primer lugar aparece el hangar presidencial que se convirtió en una suerte de museo de la corrupción y el exceso, cuando el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador abrió las puertas del lugar al inicio de su administración para que los medios de comunicación recorrieran el TP-01, Boeing Dreamliner 787-8, momentos después de anunciar que partiría al Aeropuerto de Logística del Sur de California, conocido como Victorville, en el condado de San Bernardino, en Estados Unidos.
El Hangar Presidencial, ampliado por la cantidad de más de 1,000 millones de pesos, se le otorgó en adjudicación directa a Juan Armando Hinojosa Cantú al inicio del sexenio peñanietista.
Hinojosa Cantú, uno de los empresarios consentidos de los gobiernos estatal y federal del ahora expresidente, construyó, vendió y financió fuera del sistema financiero la llamada “Casa blanca” en las Lomas de Chapultepec a Angélica Rivera, según la versión oficial.
El avión se compró en 218 millones de dólares y se usaba esencialmente para transportar a todo lujo al presidente Enrique Peña Nieto. El Boeing 787-8 tiene una “capacidad VIP incomparable”, esa es la descripción que hay en el folleto con el que se busca comprador.
El avión, que compró Felipe Calderón Hinojosa y que usó Peña Nieto, puede ser utilizado por 80 pasajeros en cuatro secciones y por separado está la suite presidencial, que consta de una lujosa oficina privada, sala de juntas, una recámara con cama king-size, regadera y caminadora. La aeronave tiene una sala de reuniones, habitaciones con duchas e internet de alta velocidad.
“No me voy a subir a ese avión, no voy a ofender a los mexicanos”, dijo en su momento López Obrador.
Un total de 76 aviones y helicópteros del gobierno federal se pusieron a la venta. Las aeronaves eran de dependencias como Presidencia, Conagua, Estado Mayor, Sedena, Pemex, Policía Federal y Fiscalía General.
En este contexto, López Obrador declaró que los funcionarios no viajarán en aviones o helicópteros privados. “Todos tenemos que trasladarnos en aviones comerciales cuando se requiera ir a un lugar distante y en carro cuando se trate de distancias cortas”.
En su último año de gestión, la Presidencia de Peña Nieto registró irregularidades millonarias por falta de documentación para comprobar gastos, montos pagados fuera de norma al Estado Mayor, aviones y helicópteros que nadie utilizaba y erogaciones a presuntos aviadores que cobraban hasta en dos nóminas del gobierno federal.
La investigación de la compra de la Casa Blanca de Peña Nieto fue la que cimbró su gobierno. Narra la historia de la adquisición por parte del mandatario de una lujosa residencia en las Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. El vendedor Juan Armando Hinojosa Cantú, dirigente del Grupo Higa, fue el contratista preferido del primer mandatario.
La residencia se ubica en la calle Sierra Gorda 150, en las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México. La casa fue supuestamente vendida por Grupo Higa en 86 millones de pesos (7 millones de dólares), para el presidente y su familia.
Luis Videgaray es uno de los nombres que, desde su salida del poder, ha sido señalado junto a otros por su polémica labor durante el sexenio de Peña Nieto (2012-2018).
En 2015, el diario The Wall Street Journal reveló la casa que Videgaray había adquirido también a Hinojosa Cantú. La lujosa propiedad se encuentra en Malinalco, Estado de México, lo que también desató un escándalo por presuntos actos de corrupción.
María del Carmen Ampudia Cárdenas, es esposa de Carlos Enrique Valenzuela Dosal, miembro del Consejo de Administración del Grupo Financiero Intercam, y fue la mujer que vendió la residencia en las Lomas de Chapultepec a Emilio Lozoya Austin.
Esta casa es la clave de la trama de corrupción de Odebrecht en México. El inmueble de 1,165 metros cuadrados fue adquirido por el exdirector de Pemex a finales de 2012 por 38 millones de pesos, con dinero que las autoridades investigan como parte de los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht.
En abril de 2015, el entonces titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, desató un escándalo al utilizar un helicóptero oficial como taxi para viajar junto con su familia a vacacionar. Se trasladó de su casa al aeropuerto de donde partiría hacia Estados Unidos.
Tras ser exhibido, Korenfeld reconoció en su cuenta de Twitter que cometió un error inexcusable y que repondría el costo de la utilización de la aeronave. Después renunció.
También en abril de 2015, el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, vacacionó con su familia en la Sierra Tarahumara, escoltados por un fuerte operativo de agentes del Estado Mayor Presidencial, policías federales y estatales. Viajaron en un avión oficial y en el estado de Chihuahua se trasladaron de un lugar a otro en helicópteros oficiales.
La falta de controles en el uso de la flota aérea de la administración pública, que habría permitido que David Korenfeld y Videgaray usaran para fines personales aparatos oficiales, es un problema detectado desde al menos 2013 en éstas y otras dependencias del gobierno federal.
De acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), desde ese año se observó, por ejemplo, que en la Conagua y otras dependencias, como la Presidencia de la República y las secretarías de la Defensa y de Marina, las bitácoras de vuelo de algunas aeronaves carecen incluso del nombre del funcionario que las usa.
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