90,000 restaurantes bajaron sus cortinas y con ello desemplearon a 300,000 trabajadores, debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19. A pesar de que se mantuvo el servicio a domicilio y con la reapertura paulatina de estos establecimientos en algunas ciudades, no se ha frenado la crisis.
Además, en entrevista con El Economista, Francisco Fernández Alonso, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), admitió que con un aforo de comensales limitado al 30% y horarios restringidos para la operación de los restaurantes, el panorama para el cliente no es atractivo, por lo que se espera “una muerte lenta, pero segura” para los restauranteros en los próximos dos meses.
Asimismo, el empresario afirmó que los comensales se sienten temerosos a contagiarse al visitar un restaurante, lo que echa abajo las inversiones para cubrir los protocolos sanitarios y los equipos de los empleados.
De acuerdo con cifras del Inegi, la industria restaurantera tenía un valor de más de 300,000 millones de pesos anuales antes de la pandemia: sin embargo, Fernández refirió que “por cada día que no se opera, son alrededor de 800 o 1,000 millones de pesos diarios.
Cabe mencionar que a la Canirac están afiliadas 600,000 unidades de negocio. Los estados más afectados son Puebla, la CDMX, el Estado de México y Nuevo León. Al momento, el dirigente empresarial cuantifica las pérdidas globales en 75,000 millones de pesos desde el inicio de la pandemia.
Por otro lado, para Animal Político, Fernández Alonso afirmó que una gran proporción de los empresarios del sector no está en condiciones de aguantar más tiempo sin ganancias por las bajas ventas.
De igual manera, ante la paulatina reactivación económica, mencionó que aunque ya abrieron muchos establecimientos, las pérdidas se han mantenido.
“Mucha gente creía que al abrir era como la llave mágica, que si te preguntan ‘¿qué prefieres, estar cerrado o estar abierto?’, pues aparentemente piensas que por lo menos ingresas algo, pero, cuando tus ingresos siguen siendo menores a tus gastos, pues sigues estando en un problema bárbaro, que es como estamos ahorita”, aseguró para el medio digital.
En entrevista con El Heraldo, Fernández explicó que para que las finanzas de estos negocios se recuperen, se necesita al menos un 60% de aumento en ventas.
Dijo que si la administración federal ofreciera deducibles de impuestos en cuanto al consumo en restaurantes podría ayudar a que estos negocios puedan tener un mejor panorama.
Alsea, en riesgo de cerrar más de 100 unidades por crisis sanitaria
Alsea, operadora mexicana de restaurantes anunció el jueves pasado que cerraría este año más de 100 unidades en todos los mercados en los que tiene presencia, debido a las bajas ventas consecuencia de las medidas sanitarias por la pandemia del COVID-19.
La empresa reportó una pérdida neta de 2,595 millones de pesos durante el segundo trimestre de este 2020.
La empresa no detalla específicamente la cifra de empleados por región en la que opera. No obstante es de dominio público que en México concentra una buena parte de los puestos de trabajo. Precisamente, hasta antes del segundo trimestre de este 2020, Alsea había informado que eran 41,500 empleados los que tenía en suelo mexicano.
Cabe señalar que Alsea opera en México marcas como Burger King, The Cheesecake Factory, Domino’s Pizza, Starbucks, Chili’s, California Pizza Kitchen, P.F. Chang’s, Italianni’s, Vips y El Portón.
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