Expertos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un sistema integral de monitoreo, que, a través de una careta y un guante inteligentes con sensores, darán seguimiento al estado de salud general de pacientes infectados con coronavirus, y mediante comunicación remota los resultados podrán ser valorados en tiempo real por el médico.
El sistema fue diseñado por el doctor Juan Humberto Sossa Azuela, jefe del laboratorio de Robótica y Mecatrónica del Centro de Investigación en Computación (CIC) del IPN.
Este diseño medirá, a través de sensores no invasivos de grado médico colocados en la careta y guante, señales bioeléctricas como la saturación de oxígeno, temperatura, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la manera en que la persona respira.
“Son dispositivos muy pequeños que monitorean al paciente sin incomodarlo, cuando alguno de los parámetros se sale de rango, se emite una alerta hacia el teléfono móvil del médico tratante, quien, en cuestión de minutos, podrá tomar las decisiones pertinentes para su paciente”, destacó Sossa Azuela, quien es integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) Nivel III, a través de un comunicado difundido en redes sociales.
El experto en robótica aseguró que con esta tecnología el paciente puede estar bajo estricta vigilancia médica, sin que el especialista esté presente, con lo que es posible mantener a la persona bajo el confinamiento requerido, además de que se evita la saturación hospitalaria.
Asimismo, el científico, también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, explicó que con los datos muestreados, también se podría diagnosticar a pacientes que por alguna causa no pueden o no desean salir de casa para la valoración médica, de esta manera el diagnóstico remoto disminuiría la propagación del virus.
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El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) creó un cubrebocas con una efectividad incluso mayor a la de las mascarillas N95. Se trata de una mascarilla transparente, es transparente, por lo que permite ver la boca de quien los usa.
A través de su cuenta de Twitter, Miguel Huerta, quien es catedrático e investigador del ITESO, explicó que precisamente esa particularidad hacen que el modelo sea incluyente, pues permite la lectura de labios.
“Con un equipazo, estamos por terminar un proyecto súper fregón: Un cubre bocas que permite ver sonrisas, incluyente (para leer los labios). Reutilizable de manera indefinida. Sin riesgo de uso inadecuado. Y tan eficiente como un N95. Y lo mejor, hecho y diseñado en México”, describió Huerta en un tuit.
Como realizadores apuestan a que evite el paso del 97% de las partículas –más que lo que logra el N95– ejemplificando con el caso de China y los barbijos KN 95. Asimismo indicó que el diseño cuenta con filtros antihumedad y un plástico antiempañante.
Respecto al precio aclaró que el proyecto también busca que las empresas que los vayan a producir tengan un precio de venta objetivo menor a 50 pesos. “Esperamos se empiecen a fabricar los primeros en los próximos días pero se logre el objetivo básico en un par de meses y que muchos pequeños negocios se unan a su creación”, añadió.
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