Para los trabajos de mitigación ambiental en los 626 kilómetros de las obras en los primeros tramos del Tren Maya serán destinados alrededor de 7.5 millones de pesos, cifra que está contemplada para pagarle a los 14 trabajadores, más el equipamiento,para la supervisión del manejo de residuos, ahuyentar animales del recorrido de las vías, trasplantar árboles, restaurar suelos, entre otras actividades, por un lapso de tres años.
Lo anterior se menciona en la Manifestación de Impacto Ambiental que presentó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Además de 10 millones de pesos para el estudio de los pasos de la fauna. Sólo 0.04% está destinado en programas ambientales, de los 44,000 millones de pesos que se han adjudicado para uno de los proyectos más importantes en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Luis Fueyo, experto ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con experiencia en el sector público, indicó para El Universal que “el proyecto costará decenas de millones de pesos y los daños ambientales los piensan satisfacer con cantidades ridículas”.
En tanto, Daniel Basurto, presidente de la Academia Mexicana de Impacto Ambiental, mencionó que los recursos “parece el presupuestos para un proyecto menor, sin relevancia ambiental. Imposibilita dar cumplimiento a un programa de supervisión”.
De acuerdo con lo documentado por el mismo periódico, los promotores modificaron la legislación ambiental en contra del análisis de sus asesores para poder iniciar las obras sin dicho requisito.
En la Manifestación de Impacto Ambiental, consultado por dicho medio, se menciona la posibilidad de un ecocidio en caso de que no se cumplan con las leyes ambientales, y que el mayor impacto ambiental se ocasionará durante la preparación del sitio y las obras, lo cual contradice el discurso que se ha dado de manera oficial.
Las obras del Tren Maya se realizarán a lo largo de 1,500 kilómetros, trayecto que abarca las siguientes entidades: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Se contempla que la afectaciones serán para 315 especies diferentes, de las cuales siete son endémicas y 51 están protegidas. Se indica que, en el peor escenario, “la fauna será capturada para el autoconsumo o comercialización”. En la manifestación de impacto ambiental, se contempla que la construcción y preparación del Tren Maya generará 112 tipos de impactos adversos, que se indica serán los más agresivos.
Cuando se dio conocer que Fonatur comenzó las obras sin tener un estudio de impacto ambiental, justificó que tenía la exención para los tramos que conectan Palenque con Izamal, y en caso del cuarto tramo, que va hasta Cancún, son “acciones de mantenimiento carretero” permitidas “dentro del título de concesiones que tiene ICA para la Autopista del Mayab, que va de Mérida a Cancún.
Rafael Barrientos, experto en ecología vial, puntualizó que “podría decirse que los trenes son, en general, menos impactantes, pero para algunas especies grandes de vertebrados, tal vez jaguares, los trenes pueden ser más mortíferos”.
En el documento se hace énfasis sobre la importancia de cumplir con las leyes y “restaurar el impacto que ocasionará el Tren Maya, ya que la zona está frecuentemente amenazada y deteriorada. Ser un factor anexo de fragmentación conlleva a un ecocidio sin precedentes”.
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