La noticia de que Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” habría mandado a construir un hospital para su uso personal en el municipio de Villa Purificación es la confirmación de que el cabecilla del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) vive a todo lujo mientras está prófugo de las autoridades.
Oseguera Cervantes es conocido por ser un consumidor de asados argentinos y carne de Sonora, por su afición a los gallos, a los animales exóticos y a los ranchos lujosos en los que se ha escondido durante este tiempo para evadir a las autoridades.
Durante años el narcotraficante se ha refugiado en ranchos y predios rurales, principalmente en la costa del estado de Jalisco, que anteriormente eran usados por integrantes de cartel como lugares de descanso.
Gracias a distintos allanamientos hechos por autoridades federales entre 2015 y 2017, se sabe que estos lugares eran usados también para coleccionar animales exóticos, artículos extraños, autos de lujo, joyas y armas.
Cuando Oseguera Cervantes empezó a huir de la cacería en su contra, distintos refugios temporales fueron adaptados para que su estancia fuera lo más cómoda posible y no extrañara algunos de sus placeres cotidianos.
Uno de los estos lugares es el rancho La Esperanza, en Tonalá, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, que era propiedad de José Luis Gutiérrez Valencia “Don Chelo”, consuegro de Oseguera Cervantes. Ahí, la Fiscalía Federal encontró un tigre de bengala aguililla Harris, un tucán pecho amarillo, dos aves Cara a Cara y tres guacamayas verdes.
Entre lo incautado había también seis pistolas calibre .9 milímetros, dos tenían baño de oro, una la imagen de San Judas Tadeo, otra piedras preciosas con el logotipo de una calavera y de un Ferrari.
El lujoso rancho tenían también alberca y una mesa para jugar billar. A diferencia de otras propiedades incautadas a narcotraficantes, las autoridades no reportaron sobre el hallazgo altares o imágenes religiosas.
Otras de las propiedades relacionadas con el CJNG se localizaron en poblados del municipio de Villa Purificación, justo donde se ubico su hospital particular.
Se ubican en las poblaciones de La Eca, Lo Arado y Villa Vieja. Este último punto fue donde en 2015 la organización criminal derribó un helicóptero de las fuerzas federales y asesinó a ocho militares y un policía federal.
La mayoría de estas propiedades tienen una extensión de entre 30 y 50 hectáreas. El rancho llamado “El Palmar” está considerado como el más lujoso ya que tiene un quiosco, tres residencias para visitas, estacionamiento para varios vehículos, caballerizas, alberca, potrero y hasta un lienzo charro.
Las más grande de este conjunto de propiedades tiene una medida aproximada de 50 hectáreas, como consta en la averiguación PGR/SEIDO/UEIEPCS/228/2015.
Desde la década de los ochenta, en el poblado La Eca se reportaba presencia del narco, ya que Rafael Caro Quintero, uno de los cabecillas del Cártel de Guadalajara compró una serie de terrenos que regaló a sus capataces, pero ahora, el lugar está dominado por el CJNG.
El nosocomio del capo se encontraría a unos 50 kilómetros del municipio, de acuerdo con El Universal, una zona especialmente controlada por su cártel. Hace poco se hizo de conocimiento público que Oseguera González presentaba problemas de salud y, con 54 años, padecería insuficiencia renal.
En específico, el recinto se localizaría en la comunidad de El Alcíhuatl, un poblado con alrededor de 200 habitantes que está dedicado a la agricultura y la ganadería. Este mismo lugar es en el que un helicóptero federal fue derribado en 2015 en medio de un operativo para capturar a “El Mencho”.
Hoy en día, El Alcíhuatl sería la sede de un inmueble color blanco, equipado para atender al capo, sus círculos más cercanos y a la comunidad que los acogió. El Universal destacó que este también es uno de los escondites de “El Mencho”, pues durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, las autoridades detectaron que el narcotraficante se movilizaba por los municipios de Autlán, Casimiro Castillo, El Grullo y Villa Purificación también el estado de Jalisco.
Asegura también que fue por medio de apoyos, despensas y obras locales que el capo se ganó el aprecio de los pobladores; sin embargo, el poder de su cártel se extiende hasta los estados de Michoacán, Veracruz, Colima y Tamaulipas.
Fue uno de los agentes de la Administración del Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos, Kyle Mori, quien aseguró a Univisión que el capo había encontrado el mejor de sus escondites en los cerros mexicanos.
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