De acuerdo con cifras actualizadas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), seis estados de la República Mexicana frenaron el desempleo causado por la crisis sanitaria del coronavirus creando nuevos empleos.
Baja California, Chihuahua, Baja California Sur, Nayarit, Quintana Roo y el Estado de México son las únicas entidades que generaron trabajos formales durante junio.
Cabe recordar que estos estados comenzaron su proceso de reapertura de sectores no esenciales entre la primera y la tercera semana de junio, pero con bajos de niveles operatividad.
El IMSS reportó que en junio se perdieron 83,311 empleos a nivel nacional. Sin embargo, esta cifra es cuatro veces menor respecto a los puestos de trabajo perdidos en mayo (344,526) y seis veces menor respecto a los de abril (555,247), lo que indica una desaceleración en las cifras de desempleo.
Por entidad federativa, Baja California, pasó de 894,317 empleos formales registrados en mayo a 901,254 en junio.
Chihuahua pasó de 870,848 empleos en mayo a 875,288 en junio; Baja California Sur registró 162,411 empleos en mayo y 164,651 en junio; Nayarit pasó de 142,052 en mayo a 144,319 en junio.
Finalmente, el Estado de México reportó un pequeño repunte, al pasar de 1′580,188 empleos registrados ante el IMSS en mayo a 1′580,456 en junio. Por su parte, Quintana Roo pasó de 358,243 empleos registrados en mayo a 358,969 en junio.
De acuerdo con Héctor Magaña Rodríguez, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, consultado por El Economista, los resultados de dichas seis entidades se relacionan con la actividad económica prevaleciente en cada estado.
“En el caso de Baja California Sur y Quintana Roo si bien ofrecen servicios turísticos, éstos pueden ser los menos afectados, ya que la recuperación de dicha actividad ha sido más rápida en comparación con otras”, detalló.
Por su parte, indicó que Chihuahua y Baja California se han visto beneficiadas por su industria manufacturera, ya que Estados Unidos les impidió mantener un cierre total de sus operaciones.
De acuerdo con El Universal, en una de cada tres viviendas alguno de los integrantes de las familias perdieron su empleo y el 65% de los ingresos familiares disminuyó, debido a que desde marzo el gobierno mexicano decretó una cuarentena obligatoria para los ciudadanos en su intento por controlar la pandemia.
Esta crisis generó que el 37.4% de los hogares con ingresos reducidos tuvieran que tomar medidas extraordinarias para mantenerse a flote, como vender sus bienes, pedir prestado o hacer uso de ahorros para hacer frente al entorno.
Ademas, el Inegi destacó que 15.7 millones no lograron obtener empleo en el mes de abril, mientras que 2.1 millones siguen en calidad de desempleados y 13.6 millones de personas son consideradas población económicamente inactiva.
Fueron cerca de 7.7 millones de personas las que tuvieron que trabajar desde sus casas, de las que el 44.1% eran hombres y el 55.9% fueron mujeres. Por otro lado, un 75% aseguró que contaba con condiciones de seguridad e higiene para enfrentar la contingencia, mientras que un 25% aceptó no estar seguros sobre el tema.
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