Las iglesias y templos de México preparaban su reapertura para el 20 de julio, pero imposibilitados por los índices de contagio y restricciones del semáforo epidemiológico en varias partes del país, la Arquidiócesis Primada de México anunció que para algunos estados se movería la fecha.
A través de un comunicado publicado en sus redes sociales oficiales, la Arquidiócesis reveló que será el domingo 26 de julio cuando los templos al culto público abran sus puertas de nuevo, además de presentar una serie de protocolos sanitarios para sus feligreses.
En primer lugar, exhortaron a seguir en casa hasta descartar la enfermedad o el semáforo epidemiológico cambie a verde a las personas que presenten síntomas de COVID-19, mujeres embarazadas, adultos mayores de 65 años, así como aquellos ciudadanos que padezcan enfermedades crónicas.
Revelaron que a pesar del regreso a las actividades, las transmisiones de la Santa Misa, el Ángelus y el Rosario continuarán a través de diferentes medios de comunicación como las redes sociales o la televisión.
Además, durante la fase naranja o de riesgo medio, los templos podrán ser ocupados únicamente al 20% de su capacidad, a menos que las autoridades de salud tanto federales como en cada estado indiquen lo contrario. También pidieron que los ingresos únicamente se realicen por las puertas indicadas.
El aumento en la asistencia, aseguraron, será gradual y conforme a las recomendaciones de las autoridades de salud. También informaron que no todas las iglesias podrán volver a las actividades, pues en algunas partes del país, algunas deberán aguardar.
En algunos casos, además, la reapertura se llevó a cabo el 20 de julio conforme a lo establecido, como e el caso de Guadalajara.
A través de la publicación Desde la Fe, la Arquidiócesis instó a los feligreses a acercarse con el párroco local para saber si el templo más próximo a ti estará abierto.
Entre las medidas sanitarias básicas destaca el uso de cubrebocas obligatorio para ingresar al templo y mientras esté dentro del mismo. También se tomará la temperatura en la entrada de cada inmueble para evitar al máximo los riesgos de contagio.
Las iglesias también proporcionarán el gel antibacterial de uso obligatorio en la entrada de cada templo, además de tener que limpiar las suelas de sus zapatos con las jergas humedecidas en desinfectante que se encontrarán en los ingresos.
Los feligreses también deberán respetar la sana distancia de por lo menos 1.5 metros entre cada persona. En este sentido, los asientos que podrán ser utilizados ya se encontrarán marcados previamente.
Aquellos que acudan en familias pequeñas podrán sentarse en la misma banca de acuerdo con la información de la Arquidiócesis, pero deberán mantener la sana distancia de otros asistentes.
Los encargados de cada templo, por su parte, deberán trabajar arduamente para sanitizar su templo antes y después de cada misa que se leve a cabo, así como la desinfección de lugares con mayor peligro de haber estado expuestos al virus.
Durante la ceremonia religiosa, revelaron que seguirán omitiendo el llamado “saludo de la paz” o “rito de paz”, mismo que podrá llevarse a cabo con una reverencia a las personas cerca de los asistentes, “inclinando ligeramente el cuerpo hacia adelante”, indicaron.
La también llamada “Sagrada Comunión”, por otra parte, se hará en una fila donde las personas deberán respetar la sana distancia de 1.5 metros, a demás de recibir la eucaristía en su mano.
Por último, informaron que la colecta se realizará al final de la celebración para evitar que los asistentes se contaminen las manos con las monedas o billetes.
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