Desde que las autoridades de Quintana Roo decidieron clausurar en marzo sus hoteles y cerrar las playas para evitar la propagación del COVID-19, ya se preveía que el golpe a la economía sería demoledor. Sin embargo, hasta ahora no se contaba con una cifra del impacto real al sector.
Este miércoles, en conferencia de prensa virtual, la secretaria de turismo de la entidad, Marisol Vanegas Pérez, dio por primera vez el dato y explicó que desde el inicio de la pandemia hasta el 8 de junio, la industria turística registró unas pérdidas estimadas de 3,500 millones de dólares (más de 78 mil millones de pesos).
Durante ese período de tiempo, explicó la titular de la dependencia, el Aeropuerto Internacional de Cancún recibió 7.2 millones de viajeros menos que en el mismo lapso en 2019.
Además, antes de que se declarara la emergencia sanitaria, los niveles de ocupación hotelera rebasaban el 80%, con un total de 323,000 turistas distribuidos en 1,100 alojamientos. Pero a partir de la segunda quincena de marzo, el semáforo rojo forzó el cierre de la mayoría de hoteles y permanecieron abiertos sólo 49 de ellos, con el fin de hospedar a los viajeros que se habían quedado varados. Entonces, la ocupación se desplomó hasta caer al 3%.
Con el fin de favorecer a la industria, Quintana Roo ingenió a principios de junio un semáforo epidemiológico estatal, y el día 8 de ese mes, se adelantó a los designios federales y cambió el color rojo por el naranja en los municipios del norte.
Tulum, Solidaridad, Cozumel, Puerto Morelos, Lázaro Cárdenas e Isla Mujeres lograron la luz ámbar, y pudieron reactivar parte importante de la industria turística. Entre otros permisos, se concedió a los hoteles abrir con una capacidad máxima del 30%, y se autorizó la reapertura de teatros y cines, centros comerciales y salones de belleza. Se permitió también a empresas turísticas, como agencias de viajes, guías, arrendadores de autos, campos de gol, parques temáticos y acuáticos, balnearios, o centros de buceo, operar al 30%.
Desde entonces, y especialmente en los últimos días, apuntó Marisol Vanegas, ha ido mejorando la actividad turística. El 21 de julio de 2020, la ocupación hotelera en Cancún era del 24.6%, mientras que en Riviera Maya, se situó en el 21.7%, “es decir, 23.5% de promedio en la zona norte”. En esa región, el número de turistas es de unos 20,835.
Los viajeros viajeros mexicanos son quienes sostienen en este momento el turismo en Quintana Roo, ya que 8 de cada 10 visitantes son nacionales. Según apuntó la titular de la dependencia, se espera que esa proporción se mantenga hasta diciembre.
Sobre el perfil del visitante, Vanegas Pérez agregó también que el 72% viaja a la entidad con el objetivo de descansar. Un 60% de ellos confirma su reserva en el último momento, es decir entre cinco y siete días antes de hospedarse en el destino, mientras que sólo un 36% ya tenían programadas sus vacaciones antes de la crisis sanitaria, y tuvieron que posponer la estancia por el confinamiento. Más de la mitad, el 54%, ya había visitado Quintana Roo.
En cuanto a las operaciones aéreas, la secretaria explicó que también han aumentado. El 21 de julio se registraron en el estado 135 operaciones: 65 fueron llegadas, -38 vuelos nacionales y 27 internacionales-, y 70 de ellas eran salidas.
Unas previsiones optimistas
Por el momento, la actividad turística se concentra en el norte del estado. Aunque el sur de la cambió a naranja el pasado 22 de junio, el aumento en los contagios y las preocupantes cifras de ocupación hospitalaria, llevaron a declarar de nuevo el semáforo rojo en la zona.
A estos datos, se suma el hecho de que la Secretaría de Salud del gobierno federal indicó que el norte de Quintana Roo debería retroceder también al nivel máximo de alerta, por el alza en el número de casos positivos, y el porcentaje de camas ocupadas. Una recomendación que desoyó el gobernador del estado, Carlos Joaquín, quien mantuvo el ámbar en esos municipios.
A pesar de la incidencia de la pandemia, Vanegas Pérez aseguró que las previsiones son positivas, y dijo que esperan que el 20% actual se convierta en un 60% para finales de año, a medida que se vaya avanzando en el Semáforo de Alerta Epidemiológica y se levanten las prohibiciones de viaje en distintos países.
“Se estima llegar a diciembre con un 60% de ocupación, con apertura de vuelos desde nuestros principales orígenes y con la activación de los segmentos de grupos y convenciones desde septiembre”, expresó.
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