Héctor Panghaniba Miranda es un boxeador que llegó hasta la cima del Popocatépetl y bajó al cráter de este coloso para compartir la temerosa hazaña con sus seguidores de redes sociales. Aunque el acto está prohibido por autoridades de protección civil, el capitalino de 33 años sorteó los peligros y mostró su experiencia en fotos y video.
De acuerdo con el pugilista, fue el pasado 16 de julio cuando decidió, por tercera ocasión, subir a la cima de “Don Goyo”, como es conocido el volcán. Luego de buscar una ruta por el bosque y acampar a las faldas del Popocatépetl, partió entre las 04:00 de la mañana y ascendió alrededor de las 12:19 horas.
Al llegar a la corona decidió bajar al cráter. Resoplando, entre columnas de gases, ceniza y rocas iba protegido con unas gafas, así como por una mascarilla para filtrar el aire. Duró poco más de 20 minutos incluyendo su llegada, descenso y partida del lugar.
El 17 de julio, luego de su última aventura, publicó una selfie como perfil de Facebook y con el cráter de fondo, donde escribió: “nunca en mi vida sentí esa sensación a muerte como esta vez”.
“Te quedas asombrado, maravillado de ver tan enorme lugar, el sonido que emite el volcán es como una olla exprés enorme, gigante”, dijo Panghaniba Miranda en entrevista para Imagen Noticias Puebla.
Ya dos veces había visitado la corona del Popocatépetl: así lo muestran antecedentes de su Facebook. Por ejemplo, en septiembre y diciembre de 2019 publicó fotografías sobre la aventura; después, en enero, febrero y junio de este año, volvió a compartir imágenes cerca del cráter.
En el video se aprecia cómo baja hacia la boca del volcán, uno de los 12 activos en el país y el segundo más alto de México con 5,747 metros. Pasados dos minutos llega al filo del cráter, graba brevemente y después se echa a correr para salir del sitio.
“Bueno este fue mi tercer ascenso y último, este ya fue el definitivo, ya no voy a volver a subir al cráter, aquí doy por terminado la primera etapa de los volcanes, muchas gracias a todos los que me siguieron, los que me siguen, los que me dieron ánimo”, comentó Héctor Panghaniba Miranda mientras descendía por las faldas del “Popo”, debido a que, previamente, había visitado el Iztaccíhuatl, donde también registró con fotos y video su visita. Agregó que le gustaría seguir con expediciones, pero buscaría explorar pirámides.
También narró que su huída repentina fue porque alcanzó a ver lava, entonces no supo si haría explosión, pero igual se alejó por las columnas de gases que exhalaba el volcán. Como no es experto, consultaría con un amigo suyo, quien estudia vulcanología, para tener certeza de lo que observó en el cráter.
“Me arriesgué demasiado, pero valió la pena, espero que todos los videos y todas las fotos que hayan visto, o estén por ver, les agrade mucho, yo sé que sí, ustedes me lo dicen, para mí es un placer, un gusto compartir esto con ustedes. Jamás imaginé estar en un volcán activo, poderlo subir, en mi vida me pasó por la mente esto, ahora me doy cuenta de las cosas, cómo son, me gusta compartirlo con ustedes”, refirió.
Consciente de su irresponsabilidad y del peligro que corrió por acudir al Popocatépetl, narró que ya no volvería a hacerlo, aunque reconoció que esta experiencia lo marcará de por vida.
“No pensé que fuera a haber lava, pensé que eran gases, porque he ido otra vez, pero tras veces no había entrado al cráter, pero esta vez que entré, sentí miedo, sentí que me moría, o que me iba a morir, que iba a hacer explosión, porque vi la lava claramente ahí y dije: “no”, en cualquier momento vaya a hacer explosión y aquí quedé; si vieron me eché a correr lo más que pude, pero si era un buen tramo, del cráter a la corona del volcán, y una vez subiendo a la corona del volcán me tranquilicé, aunque estaba en zona de peligro sentí más tranquilidad”, contó cuando descendía.
Hace dos días, Panghaniba Miranda publicó cuán cerca estuvo de la muerte, pues su amigo vulcanólogo le dijo que a la hora de su aventura el volcán emitió una exhalación. Gracias a esta persona supo que la temperatura de las fumarolas son de 500 grados centígrados, y si una de ellas lo hubiera tocado, enseguida estaría desintegrado.
“Respiré gases, no se siente caliente, o bueno, con todo lo que pasé en ese momento no me di cuenta si sentía calor o no, yo lo que hice fue grabar y ver, salirme corriendo y ya no sentí nada. Los gases si los estuve respirando allá arriba, y un poco antes de llegar los estuve respirando porque el aire está muy fuerte, demasiado fuerte, casi me tira, pero no sentí nada, el calor no sentí, toqué la ceniza estaba fría, traje unas muestras de piedra y de ceniza para un amigo que está estudiando vulcanología, fotos y videos, los de siempre, para el recuerdo”, finalizó, pues espera que su hazaña perdure en la memoria de sus seguidores o vecinos.
Este 22 de julio, la Coordinación Nacional de Protección Civil informó que el Popocatépetl concluyó seis horas de actividad continúa donde emitió fumarolas, incluida una salida de material incandescente a corta distancia.
“La emisión de gases y ceniza que inició a la 7:59 h concluyó en su fase más intensa a las 13:30 h la altura promedio de la columna fue de 900 metros y se dispersó en dirección Oeste-Suroeste. El de alerta se encuentra en #AmarilloFase2″, comunicó vía Twitter la dependencia a las 14:29 horas.
El nivel de alerta amarillo fase 2 implica estar atento y prepararse a una posible evacuación. Los volcanes en esta etapa se caracterizan por presencia de: plumas de vapor de agua y gas; ligera caída de ceniza en áreas cercanas; caída de fragmentos incandescentes; crecimiento y destrucción de domos de lava; posibilidad de flujos piroclásticos por explosiones; flujos de lodo o escombros de corto alcance. Igualmente se estima un radio de seguridad de 12 kilómetros y la permanencia en esa área no está permitida.
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