Este fin de semana fue encontrado sin vida un pez remo gigante en la playa de Pichilingue, en Baja California Sur por un ingeniero en acuicultura.
Fernando Cavalin, quien cuenta con maestría en biología marina, afirmó que encontró a este ejemplar “muerto y en estado prácticamente descompuesto”, de tal manera que decidió regresarlo al mar para que el animal abone al ciclo de vida de la región acuática; sin embargo, como es raro encontrarlos, Cavalin decidió fotografiarlo y grabarlo.
En cuanto al cadáver de alrededor de 4 metros de longitud, debe de ser aprovechado por otros seres vivos.
“Nunca se pierde la proteína del pescado y hay otros organismos que lo aprovechan para su consumo”, explicó el experto en vida marina.
El pez remo gigante (Regalecus glesne), también llamado el rey de los arenques, es una especie lampridiforme de la familia Regalecidae de aguas profundas. Se trata del pez óseo más largo del mundo, alcanzando una longitud de registro de 11 metros. Sin embargo, se han reportado especímenes no confirmados de hasta 17 metros. Su característica principal es que tiene forma de cinta y cuenta con aletas pequeñas.
La mitología en torno al pez remo gigante es de mal agüero, pues en la cultura japonesa se le considera un “Ryugu no tsukai”, o “Mensajero del Palacio del Dios del Mar”, que sube a la superficie para avisar de un posible maremoto, sismo, tsunami o terremoto.
“Según la creencia tradicional, si aparecen muchos peces remos, podría ser señal de un terremoto inminente”, explica National Geographic.
En referencia a esto, un reportaje realizado por Japan Times defiende que esta teoría del folclore japonés sí podría tener una base científica, aunque aún no se ha explorado. Kiyoshi Wadatsumi, un experto en sismos de la ONG e-PISCO, dijo al diario asiático que quizás la convención popular no es tan descabellada: “Los peces de aguas profundas que viven cerca del fondo del mar son más sensibles a los movimientos de fallas activas que los que se encuentran cerca de la superficie del mar”.
A pesar de esa afirmación, lo cierto es que aún no se ha investigado hasta qué punto la especie es capaz de predecir terremotos. Y los científicos aseguran que cuando aparece en la superficie, se debe a que son empujados por tormentas o corrientes fuertes, o a que están heridos o a punto de morir.
Sin embargo, un punto a considerar es un avistamiento de este animal en Quintana Roo el pasado 11 de junio del 2020 y su relación con el sismo de 7.5 del 23 de ese mismo mes en México desató el pánico en redes sociales.
En la fecha señalada, pescadores de la isla de Cozumel hallaron a uno de esos seres que rara vez emerge a la superficie, y que cuando lo hace, supuestamente presagia estos fenómenos telúricos.
De acuerdo con los testimonios, los marineros navegaban en su bote cuando lo vieron flotando en el agua, prácticamente inerte, enseguida entendieron de qué se trataba y tan sólo 12 días después ocurrió el temblor con epicentro en el estado de Oaxaca.
Y es que el pasado 23 de junio un sismo de 7.5 grados en la escala Richter se registró en el país, provocando temor y evacuación de edificios en las principales ciudades de la república. El movimiento telúrico tuvo epicentro en el estado de Oaxaca a las 10:29 am, hora local. “Preliminar: SISMO Magnitud 7.5 Loc. 12 km al SURESTE de CRUCECITA, OAX 23/06/2020 10:29:03 Lat 15.68 Lon -96.07 Pf 10 km”, informó por redes sociales el Sistema Sismológico Nacional.
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