En el estado norteño de Nuevo León, en los últimos días se registraron los fallecimientos de dos ciclistas que circulaban por algunas de las avenidas de la zona metropolitana de Monterrey. Ambos accidentes resultaron de la carente infraestructura para ciclistas y de la falta de cultura vial por parte de los automovilistas.
Uno es el caso de Cristina, quien falleció tras ser embestida por un automóvil –aparentemente a posta– mientras circulaba el pasado 17 de julio por la avenida Eugenio Garza Lagüera, en el municipio de San Pedro Garza García. En redes sociales circularon las imágenes en las que se puede apreciar que la víctima transitaba con otro grupo de ciclistas cuando apareció un automóvil que se le fue encima, provocando que ella saliera impactada rumbo al concreto.
El alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, lamentó el suceso, envió sus condolencias a los familiares de la ciclista e hizo un enérgico llamado a respetar a ese sector de la ciudadanía. En su cuenta de Twitter informó: “Falleció Cristina. Fue embestida por un automóvil aparentemente a exceso de velocidad (...) Cristina venía en grupo, por la derecha, con el casco puesto, con las luces traseras (de la bicicleta) encendidas”.
“Respeto al ciclista ¡ya!”, exigió el alcalde subrayando que la responsabilidad de proteger a los peatones y los ciclistas es de los conductores de automóviles. “La preferencia en la calle es de peatones y ciclistas”, reiteró. Además envió un claro mensaje a las personas que acostumbran a circular en sus vehículos a exceso de velocidad: “Eres un homicida imprudencial en potencia”.
Señaló que ya se tenía identificado al automóvil que atropelló a la ciclista y que estaban cooperando con la Fiscalía para que este hecho tengas las consecuencias correspondientes.
El otro caso es el de Karina, quien el pasado 11 de julio perdió la vida en el cruce de Paseo Leones y Rangel Frías, avenidas bastante conocidas en el municipio de Monterrey. La ciclista chocó contra un barandal en el puente vehicular de Rangel Frías, cayendo de ahí unos 15 metros. Su bicicleta quedó en la parte alta del puente.
Precisamente, para rendirle homenaje, este fin de semana se colocó una bicicleta blanca a la altura de donde ocurrió el accidente.
Un reclamo generalizado del sector ciclista en Nuevo León, además de la deficiente infraestructura para viajar en bicicleta es la falta de cultura vial. Y es que cuando suceden este tipo de hechos, se suele cargar la responsabilidad en el ciclista y no en el conductor del automotor.
Por ejemplo, en el caso de Karina, diversos medios locales insistían en lo que consideraban “una imprudencia” de parte de ella en el accidente que le quitó la vida, sin tomar en cuenta que la responsabilidad de su muerte radicó en la falta de acondicionamiento en la vialidades regiomontanas.
Y no es de ahora esta situación en ese estado norteño.
El pasado diciembre el medio Reporte Índigo señalaba el reto que representaba en ese momento para el Congreso de Nuevo León que estaban enfocados a la creación de la nueva Ley de Movilidad en la entidad, misma que debía armonizar el uso de la bicicleta en la Zona Metropolitana de Monterrey, señalando que los ciclistas, en ese estado, se encuentran prácticamente en un estado de indefensión.
Ese medio citaba al diputado de la bancada de Morena, Luis Armando Torres, quien señalaba que en ese estado no existe una cultura vial y de respeto a los ciclistas, dato que se reflejaba en el alto índice de muertes de estas personas por atropellamiento.
“Son muchas las circunstancias que están detrás de este escenario irreparable, sin embargo, la más reconocida es la falta de cultura vial entre quienes conducen, así como las altas velocidades con las que transitan los vehículos automotores”, comentaba el diputado.
Reporte Índigo también citaba entonces a Antonio Hernández, integrante de la organización Pueblo Bicicletero, quien alertaba que en las calles de la zona metropolitana de Monterrey se vivía una atmósfera de inseguridad tanto para ciclistas como para peatones.
“La situación de inseguridad en las calles se debe en gran medida a un diseño que prioriza la velocidad del tránsito automotor, inadecuado para la seguridad de los peatones y ciclistas. La percepción de peligro en las calles desincentiva la adopción de la bicicleta como medio de transporte”, explicaba Hernández, destacando de manera alarmante que tan sólo en 2019 se habían contabilizado 6 muertes de ciclistas.
El portal también destacaba que la invisibilidad de sector ciclista en Nuevo León estaba reflejada en las estadísticas.
Y es que, por un lado, el último del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) arroja que hay 12 mil kilómetros de avenidas, carreteras y calles que hay en la entidad frente a apenas 10 kilómetros para espacios dirigidos a peatones y ciclistas. Es decir, estos últimos somo representan 0.08 por ciento de todo el diseño estructural para la movilidad de esa entidad.
Además, por el otro lado, el Inegi tiene registrado que entre los años 2010 y 2018, 75 ciclistas fallecieron en Nuevo León y 2,106 personas más resultaron heridas mientras utilizaban ese medio de transporte.
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