Crisis por COVID-19 aumentará explotación laboral en México: UNAM

El inicio de la "nueva normalidad" no benefició a los trabajadores, sino a las empresas, afirmaron investigadores

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Pruebas de temperatura corporal a la entrada de los espacios de trabajo, una de las medidas tomadas para el inicio de la "nueva normalidad" (Foto: EFE/ Archivo)
Pruebas de temperatura corporal a la entrada de los espacios de trabajo, una de las medidas tomadas para el inicio de la "nueva normalidad" (Foto: EFE/ Archivo)

La salida a la parálisis económica que supuso la emergencia sanitaria de COVID-19 podría traducirse en un deterioro de las condiciones laborales y calidad de vida de los trabajadores en México. Más de 52 millones de mexicanos en condición de pobreza tendrán severas dificultades para recuperarse de la enfermedad y la crisis económica.

Según refiere un informe publicado por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el salario en el país se ha deteriorado de forma tendencial en las últimas cuatro décadas; sin embargo, a causa de la pandemia, se registró la reducción del 25% de los salarios de trabajadores en empresas contratistas de la construcción, la industria automotriz, la electrónica, el comercio y el turismo.

Estamos en un momento de transformación histórica del trabajo asalariado”, advirtieron los investigadores. Para asegurar la producción y la acumulación de ganancias, las empresas podrían operar cambios relacionados con la individualización de los contratos, la limitación de la organización entre trabajadores, la contención de acciones como la huelga y de demandas relacionadas con mejoras laborales y salariales.

Trabajadores sin acceso a instituciones de salud en México (Foto: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM)
Trabajadores sin acceso a instituciones de salud en México (Foto: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM)

A través del Reporte de investigación “Los costos sociales por la pandemia del Covid-19”, los investigadores hicieron hincapié en las dificultades sanitarias que enfrenta la clase trabajadora del país como consecuencia de la baja inversión pública en salud, la desaparición de la seguridad social y la reducción del poder adquisitivo de los salarios.

El gasto público destinado al sector salud para enfrentar la emergencia sanitaria por el Covid-19 en nada se compara con los recursos comprometidos para el desarrollo del proyecto del Tren Maya”, consideraron. Aún más, los apoyos otorgados al personal de salud durante el periodo de emergencia sanitaria (un bono del 20% salarial y seguro de vida) resultan mínimos en comparación con los gastos erogados para las Fuerzas Armadas.

El 20% del salario del personal médico se traduce en bonos mensuales de 2,091.84 pesos para médicos familiares, 2,091.84 para médicos encargados del traslado a urgencias, 1,202.10 para enfermeras generales, 1,668.06 para enfermeras jefas de piso, 936.28 para camilleros de unidades hospitalarias.

Comparado con los múltiples incrementos al salario y prestaciones sociales otorgados al personal de las fuerzas armadas por el gobierno, resulta insultante
Gasto público en salud 2010-2020 (Foto: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM)
Gasto público en salud 2010-2020 (Foto: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM)

El mes pasado, México vivió un incremento del 127% en la cantidad de contagios de trabajadores del sector salud, al pasar de 20,270 casos el 3 de junio a 46,013 casos el 28 de junio, tan solo en 25 días. Una de las cifras de contagio de personal médico más altas en el mundo.

De acuerdo con el informe del CAM, el presupuesto destinado al sector salud en el país se ha estancado en la última década, con un promedio acumulado de 2.71% del Producto Interno Bruto (PIB). Este promedio bajó a 2.5% en el pasado trienio.

En sentido inverso, en los últimos diez años, México aumentó su población en 12 millones 836 mil personas, por lo que la asignación de presupuesto resulta claramente insuficiente y se ha traducido en la destrucción de la seguridad social.

Los trabajadores sin acceso a instituciones de salud han aumentado en 24.60% en los ultimo 15 años. Tan sólo en los primeros tres meses de 2020, se reportaron 34 millones 167 mil 349 trabajadores sin acceso a este servicio. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) citados por el CAM, sólo entre el 5 y el 10% de la población tiene dinero suficiente para enfrentar una enfermedad o accidente grave.

Trabajadores subordinados y remunerados sin prestaciones (Foto: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM)
Trabajadores subordinados y remunerados sin prestaciones (Foto: Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM)

La “nueva normalidad”, denunciaron los investigadores, fue pensada para favorecer actividades como la minería, la construcción, el sector automotriz y cervecero, sin cuidado por las condiciones de los trabajadores.

Las medidas de seguridad sanitaria adoptadas por las empresas como toma de temperatura corporal, uso de cubrebocas, lavado de manos y distanciamiento social, resultan insuficientes y representan únicamente un costo aproximado de 80 pesos por empleado.

Contrastan con la ganancia diaria de $112,900 pesos por trabajador que hoy adquieren las empresas de forma extraordinaria, según informó el Centro de la UNAM, como consecuencia de exigir a los empleados un aumento del 15% en la productividad para contrarrestar los efectos de la parálisis.

Los obreros de las maquilas en los estados fronterizos fueron especialmente afectados por la pandemia, debido a la desobediencia de las empresas que determinaron continuar produciendo durante el periodo de confinamiento. En empresas como Lear, Mahle, Electrocomponentes de México, Electrolux, Hubbell, Commscope, Toro Company, Ethicon, Cordis, Syncreon, Flex, Key Tronic, Optron, TPI, Foxconn, Columbasasí, Regal y Honeywell se han registrado cientos de decesos por COVID-19.

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