Kamel Nacif, el también llamado “Rey de la mezclilla”, señalado de participar en las torturas a la periodista Lydia Cacho hace quince años, fue ubicado en Líbano, su país de origen y ahora las autoridades mexicanas buscan su extradición, aunque ya se han encontrado con algunos obstáculos que los dejan con pocas opciones.
Líbano es uno de los países que actualmente no tiene un Tratado de Extradición con México, por lo que su traslado a territorio Azteca para enfrentar a la justicia podría ser a través de acuerdos especiales que tendrán que enfrentar las autoridades mexicanas, de acuerdo con el diario Milenio.
Además, el medio reveló que Líbano, por ley, tampoco puede extraditar a uno de sus ciudadanos, de acuerdo con el periodista Carlos Vega. Por lo anterior, los nacionales tendrán que idear un nuevo proceso que les permita repatriar al empresario.
Sin embargo, la Fiscalía General de la República anunció que ya se realizan las negociaciones y trámites para la extradición de Nacif. El proceso inició con la orden de aprehensión que le fue girada al “Rey de la Mezclilla” por el delito de tortura en agravio de Cacho.
El siguiente paso fue presentar el caso ante la Policía Internacional (Interpol), quienes giraron una ficha roja en contra de Nacif para iniciar su búsqueda en más de 190 países.
Ahora, de acuerdo con Norma Soto, internacionalista de la Universidad La Salle consultada por Milenio, las autoridades mexicanas deberían presentar una denuncia con toda la investigación previa ante la Oficina Árabe de la Policía Penal en Líbano.
Será ahí donde la corte pueda expedir la detención e interrogación de Kamel Nacif para que un fiscal pueda evaluar la validez de los cargos, así como al correcto cumplimiento de los requisitos legales para su extradición, de acuerdo con el artículo 35 del código penal libanés.
Kamel Nacif, de origen libanés, fue expuesto por la periodista Lydia Cacho en su libro “Los Demonios del Edén”, donde lo involucra -junto a otros políticos y empresarios-con una red de peredastas.
A raíz de la publicación, en diciembre de 2005 Lydia Cacho fue arrestada en Cancún, Quintana Roo, señalada por supuestamente difamar a Kamel Nacif y asegurar que contaba con el respaldo del entonces gobernador de Puebla, Mario Marín Torres.
Una semana después fue puesta en libertad bajo fianza por la presión de los medios, pero se inició una investigación por su tortura en prisión. El empresario, el gobernador y el ex director de la Policía Judicial en Puebla, Adolfo Karam Beltrán, tienen órdenes de aprehensión, pero continúan prófugos.
Hasta el momento, el único involucrado en la tortura contra la periodista que ha enfrentado a la ley es Juan Sánchez Moreno, ex director de Mandamientos Judiciales de Puebla, arrestado en 2019 en el Estado de México.
Siete meses después de su arresto a manos de la Fiscalía General de la República, Moreno se declaró culpable de las torturas a Cacho y fue sentenciado a más de 5 años de prisión.
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