Un ciudadano chileno, que promovía un sistema de criptomonedas y ha sido acusado de fraude en Argentina, es una de las dos personas cuyos cuerpos descuartizados fueron encontrados a finales de junio en dos maletas en la ciudad de Mazatlán, en el noroeste de México.
Se trata de Óscar Brito Ibarra, de 30 años, de acuerdo con el diario chileno La Tercera, que detalló que el otro cadáver era el del argentino Ignacio Ibarra (a pesar de la coincidencia de los apellidos, no hay parentesco conocido entre ambos), uno de sus socios en el emprendimiento que les permitiría usar el dinero digital como moneda de cambio para adquirir automóviles.
“Nunca tuvo la intención de hacerle daño a nadie, nunca estuvo en algo turbio”, aseguró su amigo Francisco Beltrán al diario chileno. Sin embargo, el hombre advirtió: “Quizás alguna tercera persona lo pudo haber involucrado en algo”.
El domingo 28 de junio, dos maletas negras abandonadas sobre una pila de basura llamaron la atención de una persona que transitaba frente a una plaza comercial, en las cercanías del fraccionamiento Hacienda del Seminario, en Mazatlán, en el estado de Sinaloa, una ciudad característica por sus playas.
Al acercarse a revisar, encontró que en el interior de ambas maletas -una de viaje y otra deportiva- se encontraban restos humanos, por lo que dio parte a la policía. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Sinaloa. Hasta la semana pasada las víctimas no habían sido oficialmente identificadas, debido a que se trata de una investigación abierta y no puede darse a conocer detalles.
Medios locales detallaron que los dos hombres habrían sido secuestrados la madrugada de ese mismo domingo en el fraccionamiento Villa Carey, cerca del lugar en donde fueron abandonados. Aunque en un inicio se dijo que los cuerpos estaban desmembrados, después trascendió que fueron metidos dentro de las maletas cuando aún estaban con vida, lo que ocasionó que fallecieran por asfixia.
Pese al hallazgo, el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, aseguró que la ciudad turística está tranquila en materia de seguridad y que el hallazgo de los cuerpos no es algo que deba alertar a la ciudadanía y a los visitantes.
Junto a Brito y a Ibarra, el argentino Cristián Cabrera también participaba en su iniciativa. Los dos argentinos eran supuestamente representantes de una compañía llamada Comercializadora Latinoamericana de Automotores (CLA), intermediaria en la compra-venta de vehículos entre clientes.
El colombiano, por su parte, “minaba” la criptomoneda conocida como OneCoin, que fue desarrollada en Bulgaria por una conocida empresaria relacionada con esta especialidad que, sin embargo, ha sido en distintas ocasiones acusada de fraude. “Es como si Bitcoin y Herbalife se casaran y tuvieran un hijo estafador”, citó el diario chileno a expertos que suelen usar esa frase.
La empresaria creadora del sistema OneCoin, sin embargo, abandonó la escena pública y la moneda se devaluó precisamente por las acusaciones. Sin embargo, Brito se mantuvo firme con su intención de crear un gran negocio con la criptomoneda.
Los tres sudamericanos se conocieron en los últimos meses. Viajaron a conocerse a distintos puntos entre Argentina y Chile y después viajaron a México, para conocer las oficinas de la compañía y que Brito, ajeno a ella, se familiarizara, antes de que la pandemia de COVID-19 impactara el flujo internacional de usuarios.
Los tres supuestamente buscaban empoderar su propuesta de combinar el trabajo que realizaba CLA en sudamérica con la criptomoneda. De acuerdo con las fuentes citadas por La Tercera, “ofrecían vehículos con precios de reserva muy inferiores a los iniciales”.
Sin embargo, la situación actual dista mucho del ensueño de los empresarios. En Argentina, hay docenas de personas que han denunciado haber sido estafadas por CLA en 2019. Hasta ahora, ni los automóviles prometidos ni el dinero invertido ha llegado a sus usuarios finales. El portal de noticias de Yahoo incluso califica el emprendimiento como una “estafa”.
Lo último que se sabe de Ibarra y Brito es que viajaron a Mazatlan el 20 de junio. Sin embargo, no se sabe para qué realizaron el viaje: se desconoce si llegaron a aquellas playas mexicanas por placer o por trabajo.
“No voy a emitir ninguna opinión respecto de Óscar, porque su familia me pidió que no hablemos con los noticieros ni nada. Solo puedo decir que era un gran hombre”, comenta Cabrera a La Tercera. Las páginas oficiales de su emprendimiento no se encuentran activas y ni siquiera se puede consultar el sitio oficial.
El caso se ha relacionado, sin pruebas hasta ahora, con el crimen organizado. En Sinaloa, el Cártel del Pacífico, otrora controlado por el prominente Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien hoy en día cumple una cadena perpetua en Estados Unidos, domina la plaza, a través de sus hijos, los “Chapitos”, y otra fracción, controlada por Ismael “Mayo” Zambada.
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