Alejandro Rojas Díaz Durán, aspirante a presidente nacional de Morena, expresó que existe una “minoría radical golpista” en el proceso de elección interna de su próximo líder nacional.
A través de un comunicado, el político especificó que se pone en riesgo la legalidad interna y la institucionalidad política del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), mismo que podría terminar en un debilitamiento que se verá reflejado en las elecciones del 2021.
“Sin dirigentes electos democráticamente por todo el lopezobradorismo, no habrá unidad organizativa para competir con éxito en las elecciones federales del 2021”, expresó a través de su cuenta oficial de Facebook.
Para brindar legitimidad al proceso de renovación, “bajo los principios constitucionales de certeza, independencia, imparcialidad, objetividad, legalidad, equidad y democracia”, el egresado de la Universidad Iberoamericana explicó que se acudirá a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional Electoral (INE).
Como parte de la estrategia propuesta, el abanderado de Morena realizó un llamado a nivel nacional para cerrar filas para que el proceso se haga de manera abierta, pues a su parecer, es una alternativa más democrática.
“Exhorto a todos los liderazgos lopezobradoristas, Senadores, Diputados Federales y Locales, Presidentes Municipales, de verdadera izquierda democrática y progresista del país, a que solicitemos al TEPJF (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación), que las encuestas abiertas también se amplíen a las dirigencias estatales y municipales y se realicen, por excepción, en septiembre”, conminó.
Para Rojas Díaz Durán, el no atender esta medida representa un riesgo electoral para los siguientes comicios, por eso advirtió:
“Mientras Morena no elija a sus dirigentes democráticamente en todo el país, entraremos al proceso electoral del 2021 con una incipiente y desorganizada estructura política-electoral, que puede redundar en una derrota ante nuestros adversarios, porque a ellos les sobra el dinero que desviaron de las arcas públicas y que han invertido en mantener y aceitar estructuras y liderazgos políticos para movilizar el voto a su favor, en tanto que nosotros no tenemos ni un teléfono nacional para orientar a la gente”.
De acuerdo con lo propuesto por el aspirante a la dirigencia nacional del partido que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la república, “la metodología de las encuestas la deberá realizar la UNAM y, por consenso, los aspirantes seleccionemos a tres empresas encuestadoras, para que realicen 30,000 llamadas telefónicas cada una, encuestando únicamente a los mexicanos que respondan que sí votaron por Morena y por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el 2018, y así para evitemos filtraciones de nuestros adversarios”.
El INE cubrirá el costo de estas encuestas con las prerrogativas que tiene el partido. Asimismo, el órgano electoral deberá de organizar un debate previo para informar al pueblo y, así, que tomen una decisión mejor informada.
Al final de su mensaje, el morenista aseguró que le ganará a los radicales ideológicos.
“A la minoría radical golpista la enviaremos a las catacumbas ideológicas de su autoritarismo, del cual nunca debieron de haber salido cual zombis enloquecidos”.
Ante este fenómeno interno, cabe recordar que Díaz Rojas, en entrevista para Infobae México, refirió a finales de junio de este año que:
“Ramírez Cuéllar debe regresarse a su curul y Yeidckol Polevnsky debe rendir cuentas sobre los millonarios recursos financieros de Morena, por lo que no debería de participar en la contienda interna, hasta en tanto la Fiscalía General de la República y el INE no deslinden las responsabilidades correspondientes ante las denuncias presentadas, porque sin juzgar, me pregunto: ¿qué pasaría si la encuentran culpable de algún delito?”.
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