Mediante un comunicado, la Arquidiócesis Primada de México, a través del Cardenal Carlos Aguiar Retes, informó sobre el protocolo a seguir para la reapertura tentativa de iglesias en la Ciudad de México el próximo 20 de julio.
En ese sentido, a partir de este martes 14 de julio y hasta el 16 se verificarán los protocolos de sanitización en los templos con mayor afluencia de fieles, como la Catedral Metropolitana, la Basílica de Guadalupe y el el templo de San Hipólito.
“Seguimos viendo el lunes 20 de julio como fecha probable para iniciar las actividades con presencia física, con gradualidad, responsabilidad y en consonancia con el semáforo de riesgo epidemiológico”.
De igual manera, señaló que la gradualidad del retorno a las actividades la marcará, el resultado negativo de las pruebas de COVID-19 que actualmente se están aplicando a los párrocos, rectores y a la comunidad litúrgica que están al frente de las comunidades.
Mencionó que en caso de que alguien dé resultado positivo a la prueba, deberá seguir los protocolos sanitarios necesarios: aislamiento, seguimiento médico, y mantener cerrado el templo que atiende, hasta que cumpla con el tiempo recomendado por el personal médico.
Enfatizó que ningún sacerdote está autorizado ni obligado a abrir el templo que atiende sin antes haberse realizado la prueba.
“Todos nuestros feligreses esperan de nosotros el mejor servicio, y estoy seguro que son ellos los primeros en querer ver a sus ministros sanos y bien dispuestos para la atención pastoral”.
Por COVID-19, iglesias católicas en CDMX se declaran en crisis
Luego de permanecer la mayoría de los templos cerrados durante más de cuatro meses, los donativos, limosnas y contribuciones se han desplomado.
Ya en abril, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) indicó que sus ingresos se redujeron 98% debido a la restricción para celebrar misas con el fin de evitar el contagio coronavirus. La mayor proporción de sus recursos provienen de las limosnas y eventos como bodas, bautizos, fiestas de 15 años.
El secretario general de la CEM, monseñor Alfonso Miranda Guardiola, declaró para Proceso que “alrededor del 98% de los ingresos de la iglesia provienen de las limosnas que los fieles nos dan durante las misas. Pero hoy están suspendidas con presencia de fieles, de manera que nos quedamos sin limosnas y sin ingresos”.
Las actividades se suspendieron en 7,500 templos y 98 catedrales en el país, sitios en donde obtenían recursos alrededor de 14,000 sacerdotes diocesanos, 3,000 sacerdotes religiosos y 135 obispos.
Sin embargo, Noticieros Televisa declaró que a pesar de lo anterior, los sacerdotes siguen pagando el sueldo de empleados, sus prestaciones como las cuotas del Seguro Social, los servicios de agua, luz, teléfono y gas así como el mantenimiento y limpieza de las instalaciones.
En entrevista con el medio, Monseñor Luis Manuel Pérez, obispo auxiliar de México, dijo:
“Sí hay que decirlo, estamos en estos momentos en una situación ya sumamente crítica, sumamente delicada y lo que más nos preocupa a los sacerdotes, son los trabajadores. A veces nuestros fieles piensan que la personas encargadas de mantenimiento, las secretarias y secretarios en las parroquias, las personas que se encargan de la limpieza (...) son personas voluntarias y no los tiene que contratar con todas las obligaciones de ley”.
Para su apertura, los templos ya se preparan con la implementación de medidas para la nueva normalidad: tapetes sanitizantes, gel e incluso lavabos a la entrada, marcas de sana distancia en los espacios y las bancas.
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