El pasado 28 de enero, Walter Rupprecht y su hija Ana Lucía abordaron un avión comercial rumbo a Zúrich, Suiza. Se marcharon a Europa “tristes, pero con esperanzas”, porque allí, la pequeña de tres años recibiría un tratamiento oncológico completo, después de que en México se agotaran todas las opciones.
Durante más de cuatro meses, el desabasto de medicamentos en el país dejó a Ana Lucía sin fármacos fundamentales. Tiempo antes, en junio de 2019, la menor había sufrido además un shock anafiláctico después de que le suministraran en un hospital de la Ciudad de México un lote de mala calidad de L-Asparaginasa.
La falta de tratamiento para combatir el cáncer en los pacientes pediátricos, forzó a los padres de la niña de tres años a buscar una alternativa en el extranjero. Para viajar a Suiza, Walter Rupprecht y su esposa, Rosalba Contreras, vendieron sus dos autos, pidieron préstamos, organizaron rifas y recibieron donaciones. Él dejó su trabajo como profesor en Cuautla, Morelos, y ella se quedó en México a la espera de que la Secretaría de Educación de la entidad le permitiera abandonar su puesto de maestra para reunirse con su hija.
Desde enero, Ana Lucía ha permanecido en Zúrich recibiendo tratamiento, en plena pandemia del COVID-19. Este martes, su padre informó a través de Twitter que la menor sufrió un infarto y pidió a los usuarios unirse a las oraciones.
“Ana Lucía está luchando por su vida, tuvo un paro cardíaco. Les pedimos nos apoyen con sus oraciones. Mil gracias”, explicó en la red social.
Minutos antes de ese mensaje, Rupprecht había escrito un doloroso tuit en el que contaba que su hija se encontraba en terapia intensiva. En la publicación, denunciaba la indiferencia del gobierno de México, y señalaba al desabasto de medicamentos oncológicos como el principal culpable del dolor que durante mucho tiempo atravesó la pequeña.
“Ana Lucía se encuentra en terapia intensiva. Sufrió un choque séptico y está muy grave. El desabasto de medicamento oncológico ha sido la causa de todo este dolor físico y sufrimiento, el ser ignorados por el gobierno nos orilló a salir de México, ahora su vida está en peligro”, escribió.
Tras sus tuits, miles de personas se unieron a las oraciones, y enviaron ánimo y fuerza a los padres de Ana Lucía, quien se convirtió en tendencia. Muchos denunciaron la falta de medicamentos en las unidades pediátricas de oncología de los hospitales de México, un problema que aún continúa.
Un video que rompió el corazón de los mexicanos
El día que Ana Lucía y su padre abordaron el avión con destino a Suiza, Rupprecht grabó un video en el que agradeció las muestras de cariño y todo el apoyo recibido.
“Nos vamos tristes pero con mucha esperanza de que mi hija estará muy bien. Les enviamos un fuerte abrazo y esperamos que nos acompañen en esta nueva etapa”, dijo a la cámara, cuando ya se encontraban dentro de la aeronave.
En ese momento, la niña de tres años miró a su papá, y le hizo una pregunta que conmovió al país, y que puso en la mira la gravedad del desabasto de medicinas en México.
“¿Ya no vamos a llorar?”, le preguntó la menor.
Entonces, el ex profesor de Morelos volvió a agradecer a las personas que les habían ayudado a Europa, solo que en esa ocasión, lo hizo con la voz quebrada y lágrimas en los ojos.
Desabasto de medicamentos: un problema que persiste
Ana Lucía no es la única víctima del desabasto de medicamentos en las unidades pediátricas oncológicas del país. Cientos de niños han visto sus citas aplazadas o sus tratamientos anulados por falta de fármacos fundamentales. Y mientras los contagios por COVID-19 aumentan de forma preocupante cada día, los enfermos más vulnerables siguen sin conseguir sus medicamentos.
Así lo denunciaron a finales de junio padres de familia, quienes dirigieron un mensaje a la sociedad e hicieron un llamado a las autoridades para que realicen de inmediato las acciones necesarias para que los niños puedan continuar su tratamiento.
“Hacemos por este medio un fuerte llamado a los diferentes niveles del gobierno, encargados de la salud, para que de forma pronta y oportuna surtan los diferentes medicamentos oncológicos a los hospitales y nuestros niños puedan continuar con sus tratamientos para el cáncer. De lo contrario, se seguirá poniendo en riesgo la vida de nuestros menores”, se lee en el documento.
“Se nos había hecho la promesa de que muy pronto se iba a regularizar el abasto suficiente de medicamentos en todo el país, cosa que no aún no ocurre”, señalaron.
A este respecto, el padre de Ana Lucía pidió a los mexicanos que no se dejen engañar, y explicó que la llegada de un avión con medicamentos desde algún país extranjero no resuelve el gran problema de desabasto que existe México.
“La exigencia del abasto de medicamento oncológico para l@s niñ@s debe ser continua, que no por ver imágenes de un avión llegando de Francia con algunas cajas de Metotrexato pensemos que está todo resuelto”.
Entre los fármacos que más escasean en los hospitales, se encuentra la ciclofosfamida, el fluorouracilo, la vincristina y el oxaliplatino.
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