Ángeles, la niña que sin internet ni computadora obtuvo 9.5 de calificación en época del coronavirus

Consiguió el promedio de excelencia gracias a su actitud de amar los libros y el apoyo de su familia

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Ángeles, la niña que sin
Ángeles, la niña que sin computadora y internet promedió 9.5 en época del coronavirus (Foto: Cuartoscuro/especial)

Ángeles es una niña de 8 años que, a pesar de vivir en condiciones precarias, logró terminar segundo de primaria con un promedio de 9.5, aún con la presencia del nuevo coronavirus en México.

Los papás de la pequeña se llaman Andrea y Jonathan. Ella tiene la preparatoria trunca y él solo concluyó la primaria; sin embargo, animan mucho a que su hija se supere para que no tenga la vida que ahora llevan.

Con dirección en Ecatepec, Estado de México, la familia de Ángeles vive dentro de un remolque de feria de dos metros de ancho por cuatro de largo, lugar en el que habitan Andrea, Jonathan, Ángeles y el hermano menor de la niña que ha sorprendido a los profesores de la primaria Plan de Ayala, pues no tiene internet, computadora ni dispositivos digitales que le faciliten la absorción de conocimientos. Ella sólo utiliza los libros que tiene a su alcance y ha demostrado ser mejor entre la gran mayoría de sus compañeros.

Desde marzo, por motivos del
Desde marzo, por motivos del coronavirus, las escuelas dejaron de dar clases de manera presencial (Foto: EFE / Gustavo Amador)

Andrea Martínez contó para el periódico Reforma que su hija la sorprende diariamente, pues a pesar de tener tiempo libre, la pequeñita no deja de estudiar.

“A pesar de que yo no la pongo a estudiar, ella solita se pone. Tiene libros de sumas, restas y ella solita los agarra y se pone a hacerlos. A pesar de que es su tiempo libre para ella”, explicó la mamá de Ángeles.

También mencionó que juega mucho con su hermano menor a ser doctora o policía, como si fuera algún tipo de vocación.

Fantasea mucho con su hermano que son policías o que son doctores. Mi hija me empieza a checar como si fuera una doctora, se emociona más por lo que es policía o doctor”, abundó.

Ángeles promedió 9.5 a pesar
Ángeles promedió 9.5 a pesar de no contar con internet (Foto: Cuartoscuro)

El caso de esta familia se popularizó en la zona, pues vecinos de la Ciudad de México y el Edomex les han regalado muebles, despensas y depósitos en efectivo; sin embargo, la presencia del nuevo coronavirus ha incrementado sus carencias, pues el agua que beben la tienen que almacenar en botes plásticos, mismos que dan muestra de tener sedimentos sólidos.

Este problema no es para ignorarse, pues en México, la Secretaría de Salud (SSa) reconoce que hasta el corte de las 19:00 presentado el domingo 12 de julio, se contabilizaban 299,750 casos y 35,006 defunciones relacionadas con el COVID-19.

Por si fuera poco, ambas entidades federativas que frecuenta la familia para poder subsistir son las dos con más casos acumulados, pues el municipio mexiquense en el que viven colinda con la capital nacional, es decir, la ubicación de su domicilio los coloca en el Edomex, segundo estado con mayor presencia del COVID-19 con 42,372 casos. Y la entidad vecina, la CDMX, tiene 57,674 casos.

La SEP aún no ha
La SEP aún no ha informado cuando se regresa a clases presenciales en el Edomex (Foto: Cuartoscuro)

El papá de Ángeles no ha conseguido empleo desde que empezó el confinamiento; sin embargo, echó mano de los donativos que obtuvieron y gracias a eso se puso a cocinar y vender hamburguesas en su colonia, pero, a pesar de que está de 09:00 horas a 00:00 horas, la venta es casi nula.

Los jefes de familia se preocupan mucho por la educación de sus hijos y aseguran que no desean que ellos pasen las situaciones tan precarias por las que cruzan en estos momentos; no obstante, la presencia de la pandemia complica la movilidad social.

“Se nos complican las cosas, entonces, uno no quiere que pase eso con ellos, porque es muy difícil, simplemente para ir a algún lugar a hacer algo se nos complica. Se siente muy feo que haya personas que humillen, que sí nos han humillado, simplemente por no saber hacer las cosas; para ellos no queremos eso”, cerró Andrea con lágrimas en los ojos.

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