Hernando Rodríguez Hernández, “El Fabuloso”, era el capo Zeta de corta edad que a sus 25 años ya tenía en su “currículum criminal” el asesinato del General Brigadier de 4 Estrellas, Arturo Esparza, que fue responsable de la seguridad de mandatarios que visitaron México como Bill Clinton, George Bush, el Rey Felipe y el Papa Juan Pablo II.
El 4 de noviembre de 2009 el general fue acribillado junto con tres de sus escoltas por pistoleros de “El Fabuloso” en calles de García ya que días atrás había sido designado Secretario de Seguridad de ese municipio.
En la estructura Zeta, “El Fabuloso” fungía como responsable de varios municipios de la zona metropolitana de Monterrey, donde habita el 90% de la población de Nuevo León. Entre otros García, poblado semi rural donde recién había ganado la alcaldía el político del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Jaime Rodríguez Calderón.
Tras ganar la elección el capo Zeta le llamó al nuevo alcalde para advertirle que ellos controlaban el pueblo y que tenía que acatar sus reglas. La voz del mozalbete no amedrenta a Jaime Rodríguez.
A tres días de tomar posición, los Zetas lo amenazaron diciendo que estarían en su casa para secuestrar su hija. En ese momento Rodríguez Calderón le llamó a su secretario de Seguridad para que fuera a vigilar su domicilio. No alcanzo a llegar, a pocas cuadras de la presidencia fue emboscado por los sicarios del Fabuloso, quien lo acribillaron en su vehículo junto con sus escoltas.
El general Brigadier, acostumbrado a someter a delincuentes comunes, pagó caro menospreciar al nuevo grupo paramilitar dirigido por ex compañeros que desertaron de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quienes había reclutado a cientos de policías, delincuentes comunes y pandilleros que fueron entrenados en armas de grueso calibre por ex guerrilleros colombianos, ex Kaibiles guatemaltecos y ex militares mexicanos en diversos “narco campamentos”, uno de ellos ubicado en Bustamante, Nuevo León.
En esa época Los Zetas comenzaron a imponer su cruento reinado eliminando a rivales del Cartel de Sinaloa, a policías al servicio de “contras”, narcomenudistas y a todo aquel que se resistiera a su dominio. Ya habían acumulado la fuerza y el control de territorios para romper con el Cartel del Golfo (CDG), sus creadores.
Jaime Rodríguez seguía sin someterse así que El Fabuloso organizó el primer atentado en su contra. La mañana del 25 de febrero de 2011 al menos tres camionetas con unos 15 pistoleros persiguieron el vehículo donde se desplazaba el alcalde que era seguido por otra camioneta con sus escoltas.
Se desplazaban por una transitada avenida Abraham Lincoln que conecta Monterrey con García y que durante la mañana está atestada de autobuses urbanos, camiones y traileres.
La emboscada de los pistoleros de El Fabuloso ocurrió a la entrada de la colonia Lomas. Los primeros disparos de los fusiles de Asalto Ak47 y AR15 que impactaron en la camioneta donde viajaba el alcalde rebotaron como granizo, ya que tenía un blindaje Nivel 5, el más poderoso.
Los impactos provocaron que el chofer acelerara dejando atrás la camioneta de los escoltas que se enfrentaban a un número superior de pistoleros.
En ese momento Rodríguez Calderón ordena a su chofer que regrese y que proteja con su vehículo blindado a sus jóvenes escoltas, ex miembros del ejército. Gracias a esa protección los certeros disparos de los ex militares lograron matar a tres atacantes y posteriormente otros dos sicarios fueron detenidos.
El resto logró escapar debido a que a los pocos minutos arribamos una parvada de reporteros, decenas de efectivos del ejército, policías federales, estatales y dos helicópteros que sobrevolaron la zona.
De nuevo aparecieron las inéditas escenas que jamás se habían observado en la calurosa, tranquila y somnolienta metrópoli de Monterrey. Se observaron mortíferos detalles de una insólita batalla que ordenó El Fabuloso, la cual perdió.
La perdió a medias debido a que en ese momento murió el nombre de Jaime Rodríguez Calderón pero nació “El Bronco”.
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