De la amistad de los presidentes a las oportunidades perdidas: los claroscuros de la visita de AMLO a Donald Trump

Dos expertos internacionalistas analizaron los discursos, los gestos, lo positivo y lo negativo de la primera visita del mandatario de México a tierras estadounidenses

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La reunión en la Casa
La reunión en la Casa Blanca dejó varios aspectos a favor y en contra de los mandatarios (Foto: EFE)

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador concluyó su primer día de visita a Washington este miércoles, donde se reunió en la Casa Blanca con Donald Trump para celebrar y discutir la entrada en vigor del nuevo tratado comercial de Norte América (T-MEC), en una jornada de claroscuros: desde el nuevo tono del mandatario estadounidense para referirse a su vecino del sur a la ausencia de temas cruciales en la relación bilateral.

Tanto en sus dos intervenciones frente a la prensa (sin espacio para preguntas) como en la cena que se llevó a cabo junto a empresarios de ambos países, los mandatarios fueron enfáticos en mostrar su amistad y al mismo tiempo señalaron a los críticos de la cumbre, que habían advertido de una reunión fallida.

AMLO y Trump firmaron una
AMLO y Trump firmaron una declaración conjunta para festejar la "nueva era" del T-MEC (Kevin Lamarque/ Reuters)

“Hemos tenido una gran relación desde el principio y creo que era contra todos los pronósticos, mucha gente apostaba en contra, pero aprendieron a no apostar contra nosotros, sé que aprendieron eso en México”, manifestó el presidente estadounidense.

“Agradecemos mucho la recepción. En efecto, fallaron los pronósticos, no nos peleamos, somos amigos desde el principio y seguiremos siendo amigos”, dijo López Obrador, que defendió con entusiasmo, al igual que su contraparte, la entrada en vigor del T-MEC como una nueva fuente de bonanza económica para la región.

El sorpresivo cambio de tono de Trump

“El presidente habló de aprovechar las ventajas de las relaciones y no apeló a diferencias ideológicas, que son muy claras, sino que se refirió a la cooperación para el desarrollo. Le dio mucha importancia al T-MEC y resaltó las oportunidades económicas que le puede brindar al país”, expresó Andrés Páez, internacionalista de la Universidad Iberoamericana, a Infobae México.

“Los símbolos importan muchos y sus tres gritos de ‘Viva México’ son para resaltar, a pesar de que son palabras, también tienen un papel importantísimo. Destaco que habló de la gente buena y trabajadora, en una respuesta indirecta a la recordada frase de Trump cuando en campaña en 2016 dijo que eran violadores y asesinos”, añadió.

El discurso de Trump tuvo
El discurso de Trump tuvo un tono totalmente diferente para con los mexicanos, destacaron los especialistas (Foto: Cortesía Presidencia)

Además, el experto señaló que el discurso del magnate neoyorkino “contrastó mucho con el de años pasados”. “Reconoció la importancia de los migrantes mexicanos en su país y, aunque puede ser un tema electoral, sorprendió esa diferencia de tono”, completó.

Podría sembrar un antecedente, esperaba un discurso más combativo, con López Obrador es de las pocas ocasiones en que Trump se ha cuadrado y no ha tomado una actitud de bully

Por su parte, Ricardo Smith, analista del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), coincidió en ese apartado con Páez. “El simple hecho de que no hubiera faltas de respeto o señales negativas de Trump ya era visto como un éxito al interior gobierno mexicano, a pesar de que bajo otras circunstancias, con otros presidentes, sería una no-noticia, sin importancia, manifestó a Infobae México.

AMLO remarcó que no hubo
AMLO remarcó que no hubo pelea y que ambos presidentes eran y seguirán siendo "amigos" (Foto: Kevin Lamarque/ Reuters)

De acuerdo con el internacionalista del Comexi, la apuesta fue recurrir a una especie de “acuerdo a disentir”. “Quizá el gobierno de México está dispuesto a que Trump pueda vender su propia versión de los hechos, del encuentro y de la relación bilateral, y viceversa, adentro de México intentar imponer su propia narrativa, apostando a que los mexicanos no tienen como prioridad la política exterior”, explicó.

“Esto, para que López Obrador pueda decir a sus simpatizantes que Trump es un socio confiable y quizá sí lo crean. Vemos por ejemplo cómo han evolucionado favorablemente las encuestas sobre la percepción de Estados Unidos y la relación con México. Fue una apuesta de darle un giro positivo y apostar a la brecha entre expertos y periodistas y el pueblo de a pie, que sostiene la popularidad del presidente”, añadió.

Lo negativo de la cumbre

El tema migratorio: el gran
El tema migratorio: el gran pendiente de la cumbre (Foto: Gary Williams/ EFE)

Sin embargo, a pesar del entusiasmo y disposición de ambos mandatarios, las reuniones entre ambos equipos y entre los mismos líderes políticos dejaron fuera aspectos claves de la relación bilateral, como los temas de migración y tráfico de armas, en lo que Smith consideró una “oportunidad perdida” y Páez señaló como una movida arriesgada.

“El tema de migración es caliente, tanto para ellos como para nosotros, sobre todo en este contexto electoral en Estados Unidos. Me hubiera gustado un mensaje de López Obrador con respecto al DACA”, indicó Páez, en referencia al programa migratorio Acción Diferida para los Llegados en la Infancia que protege a jóvenes que llegaron a una edad muy temprana a Estados Unidos de manera ilegal y que gozan de varios beneficios.

El programa fue ratificado hace unos días por la Suprema Corte estadounidense, pero el gobierno de Trump anunció que volverá a intentar cancelar el programa, que ayuda a un porcentaje de hasta 70% de jóvenes mexicanos.

Los dreamers, de gran porcentaje
Los dreamers, de gran porcentaje mexicano, tampoco tuvieron cabida en la agenda bilateral (Foto: Michael Reynolds/ EFE)

Pero el experto de la Ibero considero que una declaración así “pudiese haber hecho más ríspida la relación entre los presidentes cuando realmente el tema de la visita no fue ese, sino la reactivación económica de ambos países”. “Me hubiese gustado que López Obrador profundizara, pero podría haber sido problemático”, dijo.

“El tema de los dreamers (como se le conoce a los jóvenes protegidos por el programa DACA) y la agenda migratoria, incluidas las personas que esperan en México el proceso de asilo para permanecer en Estados Unidos, son oportunidades perdidas en la reunión que sostuvieron”, indicó Smith por su parte.

“Es negativo que no se le preste atención, por ejemplo, a los estudiantes mexicanos de universidades de Estados Unidos que, con las medidas anunciadas hace unos días, tendrían que ser devueltos a sus países de origen o enfrentar la deportación”, añadió. “Todos esos temas se quedan en el tintero”.

Ni el peor ni el mejor escenario

La reunión no fue ni
La reunión no fue ni catastrófica ni una victoria para los presidentes, de acuerdo con los analistas (Foto: Kevin Lamarque/ Reuters)

Para Smith, la jornada del miércoles no fue “ni una victoria ni un trágico desenlace”. “No fue catastrófico, como muchos leyeron en México, pero habrá que estar pendientes de ver qué se logra con esta cumbre, los resultados y medidas tangibles, para eso sirven estas reuniones, para destrabar temas que la burocracia tenía pendiente”, indicó.

Sin embargo, en la declaración conjunta de los gobiernos mexicano y estadounidense, además de festejar “la nueva era” del T-MEC, no se anunciaron todavía las medidas de las que habla el experto.

Mientras tanto, Trump recibió a López Obrador en una cena de trabajo la noche de este miércoles, donde empresarios mexicanos y estadounidenses se comprometieron a realizar inversiones en ambas naciones, en el marco del T-MEC. Ahí, Trump volvió a elogiar a su similar: “Es el mejor presidente que han tenido”, les dijo.

AMLO, como es conocido en México por las iniciales de su nombre, correspondió con la promesa de recibir “con la mejor disposición” la inversión extranjera, que tanto ha puesto en duda su administración.

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