En Culiacán cuando no llueve, llovizna. Esta semana, la capital de Sinaloa, controlada por huestes de Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue exhibida a través de redes sociales con grabaciones, donde se alertaba sobre retenes criminales a plena luz del día: hombres encapuchados, con armas largas, pero sin la presencia de autoridades.
El video es grabado desde el celular de un lugareño de la zona, en él se observa a los presuntos sicarios levantar a varias personas de una vía pública. Esta práctica no es exclusiva de Culiacán, también se realiza en estados del norte del país como Sonora y Baja California, pero sí se ha intensificado por la proliferación de armas que posee el Cártel de Sinaloa.
Los expertos explican que las pugnas internas de la organización criminal avivaron la violencia en la ciudad.
La disputa se ha desatado por dos facciones del cártel: un grupo liderado por Ismael “El Mayo” Zambada, fundador del Cártel de Sinaloa, y el otro grupo comandado por los hijos de “El Chapo” Guzmán, conocidos como Los Chapitos.
El 26 de junio un grupo armado amagó a pobladores de la sindicatura de Tepuche. Tras varios disparos al aire e incinerar vehículos, los empistolados huyeron por las brechas de la localidad.
En otro de los enfrentamientos entre bandas antagónicas ocurridos en Culiacán, elementos de las fuerzas armadas perdieron la vida. Para las autoridades este tipo de ataques por parte del crimen organizado busca amedrentar a las corporaciones y mandar un mensaje al Gobierno estatal para que cedan el control de los mandos policíacos al crimen.
La racha de inseguridad se ha extendido a los primeros días de julio. En la ciudad la gente está muy temerosa por la guerra intestina que no se sabe cuándo acabará.
El recrudecimiento de violencia en la ciudad de Culiacán se veía venir desde noviembre pasado, cuando dos facciones del Cártel de Sinaloa, lideradas por “El Nini” —sicario de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán— y “El Ruso” —operador de Ismael “El Mayo” Zamabada— comenzaron una disputa por la zona norte de la región.
Ese mes, un comando de camionetas clonadas de la Policía Estatal de Sinaloa irrumpió en la zona de Agua Caliente, en Culiacán, terreno dominado por Ismael “El Mayo” Zambada. El comando intruso era dirigido por “El Nini”, jefe operativo de Los Chapitos.
De inmediato, “El Nini” fue interceptado por gente de “El Ruso”, lugarteniente de “El Mayo” Zamabada. Diversos testimonios recogidos por el semanario dan cuenta que durante la confrontación, uno de los gatilleros señaló que “el señor le valía”, refiriéndose a Ismael Zambada. Lo anterior fue una irreverencia imperdonable, por lo que pidieron la cabeza del joven. “El Nini” se negó por lo que las fricciones habrían llegado al plomo.
Otras versiones apuntan que la disputa se originó porque gatilleros de “El Chapo” Guzmán se negaron a trabajar con sus hijos y se pasaron al bando de “El Mayo”. Según testimonios de los narcos de Sinaloa, hay un éxodo de gatilleros del lado de Los Chapitos, ya sea que están abandonando Culiacán o se están pasando al bando de Ismael “El Mayo” Zambada.
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