Un tribunal en el estado de Illinois, Estados Unidos, negó la libertad a Jesús Vicente Zambada Niebla El Vicentillo, quien solicitó, a través de una moción, que su “reducción de condena” fuera una liberación inmediata.
Las autoridades estadounidenses declararon que el narcotraficante “no ha establecido razones extraordinarias y convincentes que justifiquen su liberación”. Zambada Niebla, por su parte, argumentó que se encontraba en peligro “bajo la amenaza planteada por la pandemia de COVID-19″.
El Vicentillo fue sentenciado a 15 años de prisión, en una corte federal de Illinois. Después de ser capturado en marzo del 2009, el narcotraficante ya ha cumplido más de 10 años de su sentencia: espera ser liberado en el 2024.
La Oficina de Prisiones donde Zambada se encuentra bajo arresto envió al tribunal, para que éste presentara, “la respuesta instantánea y adjunta de los archivos médicos” donde se descarta el riesgo.
Los documentos, elaborados por el fiscal John R. Lausch y la asistente Erika L. Csicsila, reconocen la ayuda que Vicentillo ha aportado: el acusado ha brindado información, constante y veraz, al gobierno de Estados Unidos. Además, se destaca su participación como testigo en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán a principios del 2019.
Debido a la cooperación del narcotraficante con las autoridades estadounidenses, el juez de distrito Rubén Castillo lo condenó a solamente 15 años de prisión cuando los crímenes cometidos entre 1992 y 2008, cuando trabajó para su padre Ismael El Mayo Zambada García y El Chapo Guzmán, podían darle hasta una sentencia de cadena perpetua.
El fiscal Lausch y la asistente Csicsila explicaron que la Oficina de Prisiones implementó un plan de acción para evitar la propagación de COVID-19, por lo cual se formó un equipo coordinado con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Algunas de las medidas preventivas incluye la suspensión de visitas sociales y legales, el movimiento de los presos, los viajes del personal, y también poner en cuarentena a cualquier persona que presente síntomas de la enfermedad.
Los abogados argumentaron que Vicentillo no cuenta con 70 años de edad ni ha cumplido, por lo menos, 30 años de prisión. El director de la Oficina de Prisiones tampoco ha manifestado que el acusado ya no es un peligro para la sociedad, por lo cual solamente razones “extraordinarias y convincentes” justificarían su liberación.
El hijo del Mayo Zambada fue detenido el 19 de marzo de 2009 en las Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México y casi un año después (en febrero de 2010) fue extraditado a los Estados Unidos, acusado de delitos relacionados con el narcotráfico.
El gobierno de aquel país solicitaba la cadena perpetua para el acusado, pero Zambada Niebla supo negociar: ofreció detalles y nombres de los principales narcotraficantes mexicanos, a cambio de una reducción de su condena.
Durante meses, El Vicentillo habló con las autoridades estadounidenses en un total de más de 100 interrogatorios. Su cooperación permitió emitir solicitudes de intervenciones telefónicas y otras acciones policiales.
El hijo de El Mayo se convirtió en uno de los testigos clave en el juicio en contra de Joaquín El Chapo Guzmán, en donde dio detalles de los crímenes cometidos por el que fuera líder del Cártel de Sinaloa, su escape del penal de Puente Grande, así como los sobornos millonarios que la organización criminal dio a funcionarios mexicanos.
Días antes de que comenzara el llamado “juicio del siglo”, Zambada Niebla se declaró culpable de dos delitos de conspiración e importación y distribución de miles de kilos de cocaína en Estados Unidos, usando todo tipo de vehículos, desde submarinos hasta aviones jumbo.
Luego de sus testimonios y de permanecer 10 años en una cárcel de máxima seguridad en la unión americana, el pasado mes de mayo El Vicentillo fue sentenciado a 15 años de prisión, pero sólo cumplirá dos o tres años de esa condena, pues se le descontará el tiempo que ya ha estado encarcelado.
La Fiscalía consideró que sus declaraciones fueron de “una ayuda inestimable” para acusar y detener a “docenas de altos mandos y centenares de asociados” del Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
Entre los casos en los que ayudó están no sólo el del Chapo, sino también a la redacción de la acusación contra Dámaso López Núñez El Licenciado, socio principal de Guzmán Loera y sentenciado a cadena perpetua en una corte de Virginia.
De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, Vicente Zambada Niebla reveló la forma en la que operaba la Policía Federal, dependencia de la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular era García Luna.
Según lo relatado por Anabel Hernández y que quedó plasmado en el libro El traidor, Ismael Zambada es el líder máximo del cártel de Sinaloa y opera en más más del setenta por ciento del globo.
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