El Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, advirtió que podría activarse un “botón de emergencia” para parar en seco todas las actividades en el estado si continúa creciendo la tasa de contagios y la ocupación hospitalaria por COVID-19; si los ciudadanos siguen saliendo a la calle de forma irresponsable y los comercios continúan operando sin respetar restricciones.
“Al decir ‘parar en seco’ nos referimos a una medida más drástica que la que tomamos en la primera etapa del aislamiento social. Significaría cerrar toda la industria, el comercio y los servicios. Sólo se mantendría la operación de los servicios de salud, de seguridad y los relacionados con abasto de alimentos. En este periodo de confinamiento total no podrían operar los restaurantes ni en su modalidad de servicio a domicilio. No habría servicio de transporte público salvo para atender la demanda del personal de salud y de seguridad. No podrían operar los tianguis, ni los bancos, ni las iglesias, ni el gobierno, ni las plazas o corredores comerciales. Sólo podrían abrir entre semana mercados y tiendas de autoservicio solamente para venta de alimentos”, explicó el ejecutivo jalisciense.
Dado que el semáforo epidemiológico estatal perdió su función, en palabras del gobernador, se establecerá una nueva medida integrada por dos indicadores: la saturación del sistema hospitalario y la tasa de incidencia semanal de contagios por millón de habitantes, contabilizados a partir del día en que aparezcan los síntomas.
“Si el primer indicador llega al 50% o el segundo llega a 400 casos por cada millón de habitantes, vamos a tener que parar una vez más. Así de claro. Hoy estamos en el primer indicador en 26% y en el segundo en 290”, explicó.
También se anunció la próxima elaboración de un nuevo instrumento denominado tablero de riesgo para definir cómo y cuándo continuará el proceso de reactivación del 28% de la actividad económica que no ha podido iniciar operaciones.
El gobierno estatal busca impulsar cinco estrategias para mejorar la contención del virus. Estas estrategias contemplan seguir incrementando el número de pruebas PCR, apuntalar la estrategia de aislamiento voluntario, reforzar el uso de cubrebocas como medida obligatoria en el espacio público, fortalecer las capacidades de inspección y vigilancia de los municipios e insistir en la obligación de las empresas de establecer horarios de ingreso y salida escalonados para sus trabajadores.
“Tenemos que entender que la relajación de la disciplina ciudadana nos está pasando factura. En la última semana el promedio de contagios diarios es de 536. Llevamos tres semanas con más de 1600 casos activos. El 25% de las 867 defunciones en el estado se dieron en la última semana. El nivel de positividad se incrementó de 27 a 31%, pero sobre todo, nos preocupa el nivel de desgaste y cansancio que enfrenta nuestro personal médico, nuestros doctores y enfermeras que pueden hacerlo, están trabajando sin descanso”, comentó Alfaro Ramírez.
Por el momento, señaló el mandatario, la tasa de casos acumulados de COVID-19 en Jalisco es la quinta menor en el país; en los casos activos el estado tiene la octava menor tasa, y la séptima menor en el caso de mortalidad.
“Hay quienes no están cumpliendo con su responsabilidad como se ha pedido: la enorme mayoría de las empresas y negocios ignoraron el llamado a programar horarios de ingreso y salida escalonados y eso impactó en el nivel de riesgo del transporte público. La gente por su parte, no entendió que había que quedarse en casa salvo para lo necesario y por eso vemos en los últimos días sitios abarrotados en la ciudad con gente de paseo. La reactivación económica sólo tenía que impactar 7% la movilidad en nuestro estado. Lo que hemos visto en estos días es otra cosa: una muestra clara de irresponsabilidad e inconciencia que nos ha puesto en riesgo a todos. Esto no puede seguir así”, denunció el gobernador de Jalisco.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: