Es más fácil llegar a EPN por el caso Lozoya que por Ayotzinapa: Buscaglia

Sin embargo, consideró que si la Fiscalía no imputa a quien fuera el director de Pemex por delincuencia organizada, no se podrá llegar al ex mandatario

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Emilio Lozoya y Enrique Peña Nieto (Foto: Cuartoscuro)
Emilio Lozoya y Enrique Peña Nieto (Foto: Cuartoscuro)

El académico e investigador de la Universidad de Columbia, Edgardo Buscaglia, consideró que es más fácil lograr una imputación en contra del ex presidente Enrique Peña Nieto a través de las revelaciones que haga Emilio Lozoya -quien fuera director de Pemex- sobre el caso Odebrecht, que por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

“Sería más fácil llegarle a Peña Nieto en el caso Lozoya, el caso ligado a Odebrecht por la evidencia que había estado surgiendo desde Brasil, desde Perú, uno puede pensar que llegar al ex presidente Peña Nieto es judicialmente factible si las pruebas y las investigaciones son sólidas”, aseguró.

En entrevista para el programa Los Periodistas que conducen Álvaro Delgado y Alejandro Páez, Edgardo Buscaglia dijo que la imputación penal a Emilio Lozoya en México debería ser por delincuencia organizada porque la corrupción que se describe en ese caso “es siempre una corrupción en red criminal con otros políticos, con otros jueces, con otros fiscales. Nunca es un delito solitario, nunca es un problema unipersonal”, dijo.

Destacó que “el problema de México es que la justicia está muerta hace mucho tiempo, yo no soy historiador, pero desde que tengo memoria profesional en México yo no he visto justicia y la justicia está a disposición de los grupos de poder formal, a los cuales Lozoya pertenecía y la justicia está al servicio del poder mafioso al cual pertenecen redes criminales de otro tipo”, señaló.

Foto: Infobae México.
Foto: Infobae México.

Entonces irse contra Lozoya como individuo es una vacilada porque arriba de Lozoya, en la descripción del delito que hacen desde afuera y desde adentro de México normalmente, debería de estar incluido el ex presidente de la República (Enrique Peña Nieto), debería estar incluida otra gente; entonces la imputación penal no debería ser por corrupción nada más, sino por delincuencia organizada y dentro de la delincuencia organizada siempre se pueden buscar los delitos precedentes de primer piso: sobornos, enriquecimiento ilícito, pero debe ser delincuencia organizada para que la SEIDO sea la que intervenga y que abran la red criminal lo más posible, porque solo así vas a tener un incentivo para que esta gente comience a cantar (...) a través de un testimonio colaborante ‘una ley de arrepentidos’ que permite darle beneficios procesales a los peces más pequeños para llegar al más grande y solo así vamos a tener el primer ‘maxi proceso’ en la historia de México similar al que tuvieron los italianos”, dijo.

Yo no dudo de la honestidad del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, (...) el problema es su capacidad y el problema es que el sistema en el cual él trabaja, está diseñado para proteger a los poderosos, está diseñado para no funcionar de manera tal que puedas abarcar esta red criminal. Entonces se caracterizan más por los cortocircuitos que vimos entre él y el doctor Nieto (Santiago Nieto, titular del UIF) el otro día, se caracterizan por una disfuncionalidad premeditada no de los titulares de la institución que van y vienen, sino porque el sistema ha sido diseñado de esa manera desde la época del PRI”.

Destacó que aunque hubo una reforma judicial, en los hechos “funciona igual que antes, la justicia protege al poderoso , la justicia protege al que tiene más dinero y la justicia protege al que promete más poder, pero con una imputación a Lozoya esto no camina para adelante de ninguna manera y puede llegar a caminar hacia atrás como caminó en el caso de la señora Elba Esther Godillo”, apuntó.

Para que una persona como Lozoya decida cooperar, las personas que estaban arriba de él tienen que estar sujetas a un jaque. En otras palabras, Lozoya ya está ante un jaque mate de ajedrez y las personas que estaban arriba de él deben estar sujetas en un jaque, para que Lozoya vea que no hay poder por delante que lo pueda proteger (...) y la única manera (...) es a través de una tipificación por delincuencia organizada (...) si tienen los elementos suficientes, porque si no, se les va a caer el caso”.

Imagen de Archivo (Foto: EFE/ José Méndez)
Imagen de Archivo (Foto: EFE/ José Méndez)

El experto en seguridad señaló que en el caso Ayotzinapa se tiene un crimen de lesa humanidad y al mismo tiempo delincuencia organizada de Estado, ya que está involucrada por cinco dimensiones que no han sido abordadas judicialmente.

En toda esta delincuencia organizada de Estado tienes una dimensión política de actores que han estado obstruyendo a la justicia en el caso Ayotzinapa, la obstrucción a la justicia es un delito en México, tú tienes al mismo tiempo elementos judiciales que han estado protegiendo a los que perpetraron este crimen de lesa humanidad y tienes elementos del Ejército, de acuerdo a los indicios, seguramente involucrados (...) tienes a pedazos de empresas legales, o sea, tienes cinco dimensiones que todavía no han sido abordadas judicialmente”.

" Y deteniendo a mochomos o a mochomas que son obreros, no vas a llegar a la verdad (...) no vas a tener ningún tipo de efecto multiplicador sobre los que protegieron a los actores que estaban involucrados en el crimen de lesa humanidad (...) entonces hay que ir a la clase política que rodeaba a la PGR por ejemplo de (Jesús) Murillo Karam y ahí tenías a gente de todos los partidos metidos", explicó.

Buscaglia explicó que si este caso no se abarca como un caso de delincuencia organizada “jamás vas a llegar la verdad”.

El especialista señaló que la gente ya está totalmente desilusionada de los gobiernos “y nosotros queremos que este gobierno triunfe (de Andrés Manuel López Obrador), porque si este gobierno no triunfa, lo que le espera a México es mucho peor (...) la gente está descreída del sistema de partidos, está descreída del proceso democrático, no tiene fe en el sistema político y López Obrador representó una esperanza. Yo creo que es una última oportunidad histórica para que México demuestre que una democracia más o menos puede funcionar, pero este gobierno tiene que demostrar que puede hacer justicia”, concluyó.

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