El robo del combustible en México no ha parado: los ladrones, mejor conocidos como huachicoleros, han diversificado una vez más sus tácticas y ahora utilizan mangueras subterráneas para eludir a las autoridades.
Los huachicoleros entierran mangueras para transportar el combustible robado, lo cual, según InSight Crime, demuestra una más de las dificultades que todavía enfrenta el gobierno federal para detener esta industria ilegal.
De acuerdo con Milenio, las autoridades identificaron por lo menos cinco mangueras enterradas en las entidades federativas de Puebla, Nuevo León, Guanajuato, e Hidalgo este 30 de junio.
Para el paso de las mangueras que transportan el combustible se construyen túneles “no muy profundos por lo general”, pero sí lo suficientemente enterrados para evadir las fuerzas de seguridad que vigilan e inspeccionan en avionetas y a pie. La detección es facilitada gracias al fuerte olor de los hidrocarburos del gas.
Los túneles son la estrategia más reciente de los huachicoleros después de que el gobierno federal implementara la vigilancia terrestre y aérea: el control aéreo se da a través del dron Arcturus T-20, de tres metros de largo, uno de altura, y un peso de 84 kilos. Cuenta con una cámara retráctil que transmite en tiempo real.
Después de que el huachicol es succionado por las mangueras subterráneas, se extrae de diferentes puntos de hasta 180 metros de distancia, que de acuerdo con EFE, fue la longitud de una de las mangueras desenterradas por las fuerzas de seguridad. El conocimiento técnico, para ordeñar los oleoductos, es compartido con los ladrones de combustible por “funcionarios corruptos” de Petróleos Mexicanos (Pemex) y gobiernos locales.
En una ocasión, reportó Milenio, las autoridades encontraron un “sistema paralelo” para el robo de combustible a dos kilómetros de una de las instalaciones de Pemex en el estado de Hidalgo. Los huachicoleros aprovecharon la infraestructura que abandonó en 2018 la compañía energética norteamericana TransCanada debido a “conflictos sociales”.
El análisis de InSight Crime afirmó que los huachicoleros “han sido una constante piedra en el zapato para el presidente Andrés Manuel López Obrador”, además de ser solamente uno de los “muchos” problemas de seguridad que el país enfrenta, desde el incremento de violencia debido a los grupos de crimen organizado hasta el asesinato de policías.
En 2017, Pemex registró niveles récord de robo de combustible: 9,509 casos comparados con 6,873 del año anterior. La “competencia feroz” es protagonizada por grupos de crimen organizado por el control de la industria: el Cártel de Santa Rosa de Lima, cuya sede principal es el estado de Guanajuato, controlaba la mayor parte del negocio hasta que otros grupos comenzaron a combatirle.
En octubre de 2018 se dio uno de los enfrentamientos más sangrientos por el control del huachicoleo en México. Duró cinco días y dejó más de 50 muertos cuando se batalló contra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control.
Pemex ha capacitado y armado a su personal de seguridad para evitar los ataques, la perforación ilegal de los ductos, y reducir los niveles de violencia. Sin embargo, el Cártel de Santa Rosa de Lima, liderado por José Antonio Yépez Ortiz, “El Marro”, se ha debilitado en los últimos meses: su control sobre el huachicoleo en estados como Hidalgo, Querétaro, y Guanajuato ha terminado.
Expertos en seguridad atribuyen la desaparición del Cártel de Santa Rosa de Lima en el robo de combustible a la “intensificación de los esfuerzos del gobierno por atacar directamente las fuentes de ingresos importantes y combatir el negocio de combustible ilícito”.
Pemex registró una caída del 91% de robo de combustible al final del 2019, lo cual significó un ahorro de millones de dólares en ingresos a la empresa, de acuerdo con datos presentados por el gobierno federal en enero de este año.
“Dicho esto, el presidente mexicano aún no puede cantar victoria sobre el problema del huachicol pese a esos avances. La reciente diversificación de esas operaciones sugiere que, pese a los importantes progresos, aún no se ha puesto coto al huachicoleo”, afirmó InSight Crime.
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