El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, viaja este martes a Washington para reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump, con motivo del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC, el acuerdo comercial que entró en vigor el pasado primero de julio y que actualizó al antiguo convenio TLCAN.
Muchas son las voces que se han pronunciado a favor y en contra de este encuentro, sobre todo por las circunstancias en que se da. Principalmente el hecho de que tenga lugar en plena pandemia del COVID-19. Asimismo, que Donald Trump se encuentra en plena campaña electoral en busca de reelegirse como presidente de Estados Unidos.
La prensa extranjera ha hecho bastante hincapié en la cuestión de que si esta reunión realmente es buena para el mandatario mexicano o si significará factor en su contra en un futuro no muy lejano.
Por el ejemplo, el diario estadounidense, The Washington Post reiteró que 13 demócratas del Caucus Hispano del Congreso pidieron a Trump posponer la reunión, a que calificaron como “un intento descarado de politizar la importante relación entre Estados Unidos y México”.
Y subrayan la misma preocupación de lado mexicano, donde se teme que el encuentro implique el apoyo de López Obrador a la candidatura de Trump, ya que, explican, si Trump pierde ante el candidato demócrata Joe Biden y su partido toma el control de ambas cámaras del Congreso la relación bilateral entre ambos países estará llena de dificultades.
Por otro lado advierten también que es poco probable que el T-MEC genere un crecimiento en la inversión extranjera, porque no es suficiente como para acabar con la incertidumbre creada por la administración de Andrés Manuel López Obrador, misma que la atribuyen a decisiones como la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y sus decisiones respecto al sector energético.
Otra publicación que se pronuncia en mismo sentido es el diario inglés The Guardian que también alerta sobre los demócratas y su convencimiento de que AMLO “se está dejando llevar por una disputa política interna y corre el riesgo de ser humillado por su homólogo que critica a México”, lo que le supondría perder el apoyo del demócrata Joe Biden.
“Los dos líderes han entablado una relación inesperadamente cálida desde que el mexicano tomó el poder”, señala el diario, que además recordó: “AMLO había atacado al presidente de Estados Unidos, ¡y había escrito un libro llamado Oye, Trump!, sobre su ‘campaña de odio’ contra los migrantes y México. AMLO incluso comparó los comentarios ofensivos de Trump sobre los mexicanos con la retórica de Hitler hacia los judíos”.
Y enseguida señalan como ya de presidente, López Obrador dio prioridad a “aplacar a Trump”, tomando medidas enérgicas contra los inmigrantes que transitaban por méxico en caravanas para llegar a Estados Unidos y aceptar un plan controvertido para devolver a los solicitantes de asilo a las ciudades fronterizas del lado mexicano.
Como una “controversia” califica Los Angeles Times el escenario en el que se dará esta significativa reunión.
También recuerdan los tiempos en que Andrés Manuel se quejaba de Trump. También el ejemplo de la comparación que hacía de su discurso con el de Hitler contra las personas judías.
Pero en cambio, señalan: “Los dos presidentes ahora generalmente se elogian entre sí como ‘amigos', y sus gobiernos han colaborado intensamente en varios puntos espinosos, junto con la inmigración, la delincuencia transfronteriza y el comercio bilateral. Su trato cordial, aunque a larga distancia, hasta la fecha ha contradicho las expectativas de los expertos de que la ascensión de López Obrador a la presidencia firmaría un período extra polarizado en las relaciones entre Estados Unidos y México”.
También este diario de Los Ángeles insiste en que los analistas del lado estadounidense pidieron en repetidas ocasiones al presidente mexicano rechazar la invitación de Trump, viéndola como un truco diseñado para ayudar a salvar el esfuerzo de su reelección, particularmente entre los votantes latinos en Estados Unidos.
Además destacan lo compleja que resulta actualmente la relación entre ambos países; que México, pese a la afrentas, debe mostrarse cooperador, pero no sumiso, ante la potencia que en algún tiempo le invadió territorio y que actualmente ofrece una “válvula de escape’ financiera para decenas de millones de mexicanos empobrecidos, cuyas remesas ayudan sostener el sistema financiero mexicano”.
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