Genaro García Luna, ex titutal de la Secretaría de Seguridad Pública, e Iván Reyes Arzate, quien fue mando en la Policía Federal entre el 2008 y 2017, están acusados de nexos con el narcotráfico y llevan su proceso en estados unidos. Luego de que sus casos dejarán de ser públicos hace unos días, una corte neoyorkina quitó el sello que tenía el acceso a la información.
El pasado 3 de julio, el sistema de acceso a las cortes federales de Estados Unidos informó que ambos casos habían sido puestos “bajo sello” y dejaban de ser de acceso público. Sin embargo, se realizó una nueva revisión de los expedientes de los imputados y se determinó que pudieran consultarse de nuevo.
De acuerdo con el periódico Reforma, los procesos criminales en Estados Unidos que se ponen bajo reserva son inusuales y en general solo algunos documentos del mismo se resguardan.
Lo anterior quiere decir que el público tenía derecho a acceder a la información de los procesos judiciales que se llevan a cabo en territorio Estadounidense.
Por su parte, el proceso de Genaro García Luna se encuentra en la etapa de descubrimiento probatorio previo al juicio y su próxima audiencia está agendada para el próximo 30 de julio. Como tal el juicio podría tardar hasta dos años en iniciarse gracial COVID-19.
El otro imputado, Reyes Arzate, tiene su siguiente audiencia hasta el 15 de septiembre, pues se está dando tiempo a las negociaciones sobre una posible declaración de culpabilidad. Este hombre trabajó para García Luna y como jefe de la Unidad de Asuntos Sensitivos de la Policía Federal era el principal contacto con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Genaro García Luna es señalado por haber recibido sobornos del Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, durante los sexenios de Felipe Calderon y Vicente Fox, a cambio de protección al crimen orgaminzado, mientras que Reyes Arzate es acusado de colaborar en 2016 con un grupo criminal “neutral” llamado El Seguimiento, el cual tenía alianzas con grandes organizaciones con el Cártel de Sinaloa, el Golfo, Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.
El sello que fue impuesto en el caso se efectuó por parte de la Corte para el Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn. El diario mexicano detalló que en el caso de García Luna se agregó la anotación en latín “et. al” (y todos los demás), por lo que se infiere que habría más de un acusado en el mismo proceso.
La primera vez que su nombre sonó relacionado con el narcotráfico fue en 2018 durante el proceso penal de “El Chapo”, cuando Jesús “El Rey” Zambada, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, declaró que habían pagado millonarias cantidades a García Luna en dos ocasiones.
El primer soborno habría sido de tres millones de dólares, entregados en un restaurante durante el 2005, cuando el ex funcionario se encontraba trabajando como director de la Agencia Federal de Investigaciones de Vicente Fox.
El segundo de ellos se entregó dos años después. García Luna ya trabajaba como Secretario de Seguridad Pública del siguiente presidente y fue por la cantidad de cinco millones de pesos.
La versión del narcotráficante informaba que el dinero sería para que el ahora imputado normbrara como jefe de la policía de Culiacán a una persona de confianza para el cártel.
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