Elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), durante una inspección de rutina, aseguraron 102.6 kilogramos de lo que se presume es cocaína, que se transportaban abordo de una embarcación de carga en el puerto de Manzanillo, Colima.
En una colaboración conjunta de la Aduana de Manzanillo y la Fiscalía General de la República (FGR), el navío de nombre Svendborg Maersk, con bandera de Dinamarca y procedente de Balboa, Panamá, fue sujeto a revisión por parte de los uniformados, acompañados de elementos caninos, y detectaron que dentro de uno de los contenedores habían dos personas no registradas en el listado de la tripulación. Por tal motivo procedieron protocolarmente a revisar el interior del mismo.
Durante la inspección encontraron y aseguraron dos empaques con 90 ladrillos de polvo blanco con las características de la cocaína. La distribución correspondía de manera equitativa, es decir, en cada uno de los bultos grandes habían 45 tabiques de menor tamaño y similar entre ellos.
Cabe resaltar que no se encontraron armas ni dinero, así que las autoridades federales y locales procedieron al aseguramiento de la substancia y a la aprehensión de los dos individuos.
La identidad de los sujetos no fue difundida; sin embargo, serán llevados ante un juez federal para determinar su situación legal. Asimismo, se iniciaron las pesquisas correspondientes para determinar la procedencia y destino de la substancia encontrada.
El estado de Colima está inmerso en una violencia sistematizada constante, ejecuciones, secuestros, asesinatos, quema de vehículos, retenes ilegales, narcotráfico y extorsión son crímenes que se repiten prácticamente a diario en la entidad; sin embargo, lo más sobresaliente fue el reciente homicidio de un elemento notable del poder judicial.
Se trata del caso de Uriel Villegas Ortiz, un juez federal encargado de numerosos casos relacionados a la delincuencia organizada, que fincó un precedente delictivo en la entidad.
La ejecución del juez de control y su esposa ocurrió el pasado 16 de junio en la ciudad de Colima. Para llevar a cabo el doble asesinato, los perpetradores fingieron estar interesados en realizar la compra de una camioneta Volkswagen Tiguan, vehículo que Villegas tenía a la venta.
Los agresores pactaron la cita de la compra/venta enfrente de un domicilio ubicado en la calle Léon Felipe 346, esquina con Octavio Colmenares, en la colonia Real Vista Hermosa, al norte de la capital de la entidad.
De acuerdo con los testimonios, los sicarios presuntamente pidieron al juez los documentos para ir a una institución financiera y formalizar la transacción. Con este engaño, lograron que Villegas Ortiz saliera de su domicilio, donde lo asesinaron junto a su esposa.
Uno de los cuerpos quedó sobre los escalones de acceso a la puerta principal de la vivienda. Además, el parabrisas de una camioneta estacionada cerca del lugar de los hechos quedó destruido por los impactos de arma de fuego.
Conforme al avance oficial, una de las líneas de investigación apunta a que los perpetradores de la ejecución son sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho.
Esto, porque Villegas Ortiz fue quien ordenó en 2018 el cambio de penal de Rubén Oseguera González, El Menchito, hijo de Oseguera Cervantes, y negó el amparo a Ismael Zambada, alias El Mayito Gordo para frenar su extradición a Estados Unidos.
Originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, Villegas Ortiz llegó a Colima al Centro de Justicia Penal Federal de la región, después de pasar por el estado de Jalisco. A través de un informe, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, informó que para Villegas Ortiz impartir la ley en la entidad tapatía se había convertido en una labor riesgosa, por lo que se llevaron a cabo las readscripciones y suspensiones correspondientes.
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