Como cada año, el sargazo ha hecho su aparición en el Caribe. En lugares como Playa del Carmen, las orillas ya se encuentran infectadas de esta macroalga de color marrón.
La Secretaría de Marina Armada de México (Semar) advirtió que durante los próximos tres meses llegarán acumulaciones masivas de sargazo a las costas Quintana Roo. Según las previsiones basadas en su monitoreo, las playas más afectadas serían las de Solidaridad -donde se encuentra Playa del Carmen-, Cozumel, Tulum y Othón P. Blanco.
Ante ello, un estudio de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dio a conocer que el alga contiene arsénico, cobre, manganeso y molibdeno, que en altas concentraciones pueden ser dañinos para la humanidad, la flora y fauna local, por lo que los investigadores urgieron remover esta macroalga.
Rosa Elisa Rodríguez, académica del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), de la misma institución, y quien lideró la investigación, aseguró que desde el 2018, se analizaron 63 muestras de estas macroalgas de diferentes localidades, donde también encontraron aluminio, calcio, cloro, cobre, hierro, potasio, magnesio, fósforo, plomo, rubidio, azufre, silicio, estroncio, torio, uranio, vanadio y zinc, entre otros.
“Si bien algunos de estos elementos son nutrientes esenciales, otros pueden llegar a ser tóxicos. El que más preocupa es el arsénico, pues se detectó en todas las muestras colectadas, y en la mayoría en concentraciones que superan los límites establecidos para consumo humano y animal”, destacó Rodríguez.
La especialista aseguró que en los últimos cuatro años han llegado a costas mexicanas millones de toneladas, y muy pocas han sido removidas. Afirmó que su acumulación y descomposición afectan severamente los ecosistemas costeros, las playas, arrecifes de coral, pastos marinos, manglares y posiblemente acuíferos, la única fuente de agua dulce en la región.
Además de lo anterior, alertó que desde que inició la llegada masiva de sargazo a las costas mexicanas, una de las preocupaciones fue la presencia de metales pesados y metaloides, porque las algas pardas contienen alginatos que favorecen su absorción, y porque ya había algunos reportes en otros lugares del Caribe de elementos tóxicos.
“Por ello, quisimos ir más allá y saber qué tan variable era la concentración de los diferentes elementos, incluidos metales pesados y semimetales”, comentó.
En 2018 los universitarios comenzaron a registrar la mortalidad de fauna marina como peces, crustáceos y moluscos. De acuerdo con los resultados obtenidos, se reveló una epidemia denominada “síndrome blanco” entre corales, y aunque no está comprobado que se asocia al sargazo, “sabemos que la baja calidad del agua contribuye a la muerte de estos organismos”, alertó Rodríguez.
El sargazo empezó a arribar a las costas de Quintana Roo desde finales de 2014, intensificándose en 2015; en 2018 el volumen fue exagerado, su llegada continuó hasta septiembre de 2019, y después decayó.
Aunque se han invertido 195 millones 634 mil pesos para combatir el sargazo, y las acciones de la Semar resultan efectivas, este sigue recalando en las costas de forma incontenible.
Ya se han recolectado en la entidad 9,000 toneladas de sargazo, una cantidad que aumentará considerablemente en los próximos meses. La dependencia federal explicó que en el marco de su estrategia para contener el recale de esta macroalga, ya se ha conseguido avanzar un 60% en la construcción en la primera de las cuatro embarcaciones sargaceras.
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