México no está solamente azotado por el coronavirus, la pandemia que ha afectado al mundo entero, también por los enfrentamientos entre el estado y el crimen organizado. El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha vuelto uno de los grupos más fuertes en el territorio nacional y ha comenzado a poner en la mira a funcionarios públicos que busquen impedir sus actividades en el país, entre ellos, el propio gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
La primera información que salió a la luz sobre el tema la dio uno de los sicarios del cártel que fue capturado en los últimos días, quien confirmó que el mandatario se encontraba en la mira de los delincuentes “por no estar jalando” con el crimen organizado. Razón por la que se estaría planeando un atentado en su contra.
De acuerdo con el periódico Milenio, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) confirmó la existencia de dichas amenazas realizadas por el cártel dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
En una reunión del gabinete de seguridad que habría tenido lugar en la semanas del 8 al 12 de junio, el CNI alertó a diversos funcionarios, entre ellos el hoy hospitalizado Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, quien sufrió un atentado de este mismo cártel; el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto; el canciller Marcelo Ebrard y el responsable del sector a nivel nacional Alfonso Durazo.
Fue hasta una semana después del atentado contra García Harfuch que salió a la luz esta información. “Todos aquellos vinculados a las tareas de seguridad pública están debidamente custodiados”, aseguraron las autoridades.
El periódico Milenio también había dado a conocer en una entrevista con el mandatario estatal que este reconocía al CJNG como un obstáculo para su administración.
El problema que tenemos en Jalisco siempre será que por la presencia de un grupo muy fuerte del crimen organizado, de repente estos avances parecieran no contar ante los actos de violencia que se generan, precisamente, para que haya miedo y zozobra en la población, pues es justo ahora el reto que tenemos
El primero de los atentados que habían sido augurados por el gobierno y tuvo lugar el pasado 26 de junio, cuando alrededor de las 6:30 horas, el vehículo en el que viajaba el secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX fue atacado por el CJNG.
De acuerdo con las investigaciones, al menos 39 hombres tuvieron que participar en el atentado. Con tres semanas de anticipación, los integrantes del grupo criminal comenzaron a llegar a la Ciudad de México y se alojaron en casas de seguridad y hoteles ubicados en la Gustavo A. Madero, Nezahualcóyotl, Toluca y la alcaldía Cuauhtémoc.
Para el operativo se habrían comprado de contado vehículos blindados y armamento de alto poder. Además de rentarse casas, una bodega y millones de pesos en pagos para los autores materiales, quienes obtendrían como mínimo 100 mil pesos por el trabajo.
En total fueron 13 vehículos, cinco fusiles Barret, un lanzagranadas, 34 armas largas, ocho cortas, siete granadas, 96 cargadores, 39 chalecos y 51 bombas molotov.
El funcionario recibió tres impactos de bala de los más de 400 vestigios de disparos que encontraron en el lugar. De hecho, se dio a conocer que los participantes estaban aleccionados para señalar como autor intelectual a otro criminal conocido: Nicolás Sierra Santana, “El Gordo Viagra”, jefe de la Familia Michoacana, quien actualmente se encuentra en conflicto con el CJNG por el dominio de la zona de Buenavista Tomatlán, Apatzingán, Nueva Italia y La Huacana.
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