La Secretaría de Salud (SSa) informó este jueves 2 de julio que hasta el último corte se han registrado 238,511 casos confirmados acumulados y 29,189 defunciones por coronavirus en México.
Como parte del informe diario sobre COVID-19, el doctor José Luis Alomía, dio a conocer que suman 25,565 contagios activos, lo que quiere decir que dichos pacientes presentaron síntomas en los últimos 14 días.
En cuanto al número de casos sospechosos acumulados, la cifra asciende a 76,423 y las pruebas que han arrojado resultados negativos suman 295,561. El total de las personas estudiadas con sospecha de coronavirus en el país, según lo informado por el epidemiólogo, es de 610,495.
Asimismo, informó que van 32 días del regreso a la “nueva normalidad”, estrategia que pretende lograr la reapertura ordenada, gradual y escalonada de la vida económica, social y educativa de México.
Para la semana del 29 de junio al 5 de julio, 14 entidades federativas se encuentran en semáforo rojo (estado de alerta máximo) y las 18 restantes en color naranja, lo que representa riesgo alto. El funcionario recordó que el objetivo del semáforo epidemiológico es alertar a la población sobre el nivel de riesgo de contagio que se tiene en cada momento específico.
Respecto al día anterior, se reportaron 6,741 nuevos pacientes infectados, lo que representa el incremento de 2.9 por ciento. Adicionalmente, se contabilizaron 2,185 fallecimientos sospechosos. De acuerdo con los datos, del total de casos confirmados, se han recuperado 142,593 pacientes (60%).
En el panorama internacional se han registrado 10,533,779 casos positivos acumulados en el mundo. De ese total, 2,280,007 (22%) pertenece al grupo de pacientes que son activos y fuentes de contagio. La tasa de letalidad global está en 4.9 por ciento.
Además, el epidemiólogo informó que América se mantiene como el continente más afectado por la pandemia, ya que alberga a 1,302,129 (57.8%), casos confirmados activos.
Sobre las cifras por entidad federativa, los datos arrojan que la Ciudad de México continúa registrando el número más alto de contagios y defunciones a nivel nacional, con 49,573 y 6,750, respectivamente.
Por otra parte, en cuanto a los casos confirmados activos a la cabeza se posiciona la Ciudad de México (3,719) y le siguen el Estado de México (2,216), Guanajuato (1,658), Nuevo León (1,504), Puebla (1,419), Coahuila (1,255), y Tabasco (1,108). Las tres entidades con menor cantidad son Morelos con 213, Chihuahua con 153, y Colima con 139.
Según los conteos oficiales, las cinco entidades más afectadas, en relación con las personas que han fallecido por la enfermedad, son la Ciudad de México a la cabeza, seguida del Estado de México (4,514), Baja California (2,007), Veracruz (1,635), Puebla (1,406), Sinaloa (1,356), y Tabasco (1,097).
Por otra parte, la tasa de incidencia de casos activos por cada 100,000 habitantes en el país es de 20.00. El estado con la mayor carga de enfermedad dentro de la epidemia activa es Yucatán, con 47.45, destacándose además Quintana Roo con 46.59, Tabasco con 43.07, la Ciudad de México con 41.23, Coahuila con 38.99, y Baja California Sur con 35.54.
En la ocupación y disponibilidad hospitalaria hasta el 1 de julio, la Red IRAG reportó que existen 15,260 camas IRAG generales disponibles y 12,668 (45%) ocupadas. Con ventilador, a 5,867 pueden acceder los enfermos ante las 3,642 o el 38% de ocupación. De los 904 hospitales notificantes, 882 o el 98% sí reportaron al sistema.
Conforme a los datos de la Secretaria de Salud, hasta el último corte, a nivel nacional, 55% de lugares de hospitalización general están disponibles y 45% ocupados. En camas con ventiladores 62% están disponibles y 38% han llegado al límite de su capacidad.
Actualmente, la entidad con mayor saturación es Tabasco, pues únicamente se cuenta con una capacidad del 30% del total de camas de hospitalización general ante un 70% de ocupación. Por otra parte, en cuanto a la atención con ventiladores, Baja California tiene 59% de espacios llenos y 41% de disponibilidad.
Y es que la pandemia por coronavirus no sólo ha tenido efectos negativos en términos médicos, sino que ha generado un declive económico en la mayoría de los países afectados por la enfermedad.
En este sentido, Agustín Carstens, director del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), señaló que, derivado de la contingencia sanitaria por COVID-19 en México, se presentará una variación económica de largo plazo que tendrá una repercusión en la economía familiar de millones de personas.
“Un aspecto importante: el golpe a la solvencia todavía no se ha dejado notar del todo. En esta fase, se espera que sean las autoridades fiscales las que asuman el trabajo pesado. Es posible que aumenten las insolvencias de empresas y que las familias atraviesen dificultades. Cuando esto ocurra, probablemente con el desencadenante de las discontinuidades (cliff effects) que se producirán cuando las primeras medidas de apoyo fiscal se agoten y las moratorias de pago finalicen, los bancos se encontrarán en el ojo del huracán”, afirmó Carstens durante su participación en la Asamblea General Anual del Banco celebrada en Basilea, Suiza.
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