Cuando Miguel Ángel Mancera era el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México implementó el Sistema de Interoperatividad de Actuaciones Procedimentales (SIAP), con la finalidad de mejorar los procedimientos de justicia con que trabajan los agentes policiales en la capital, sin embargo, el programa que de por sí ya tenía fallas, no ha mejorado en los últimos años pese a los errores que han señalado los mismos trabajadores de seguridad.
En 2015, cuando el SIAP vio la luz por primera vez, tenía el propósito era ayudar a los oficiales a subir en tiempo y forma los delitos registrados desde el punto el punto de los hechos. Con esto se pretendía mejorar la base de datos de los delincuentes y ayudar en los trabajos de inteligencia entre peritos, policías y ministerios públicos.
Pese a que en ese entonces el gobierno recibió un premio a la mejor innovación en el sector público, el SIAP presentó fallas de conectividad, con límites en el número de palabras que no permitían a los peritos enviar informes completos, o con errores de procesamiento que hicieron que la tarea fuera casi imposible.
De acuerdo a la investigación de Quinto Elemento Lab, las fallas no mejoraron, y el SIAP fue envejeciendo sin dar resultados, haciéndola cada vez más obsoleta. Orillando a los policías a optar por entregar sus informes en la forma tradicional: con papeleos que muchas veces no llegan al sistema.
Además de que ya no llega al SIAP, el seguimiento electrónico de los casos queda incompleto, pues la información termina en USB’s y memorias externas de los oficiales.
Según el medio, hasta 2019, se subían al sistema cerca de 728 crímenes nuevos a la plataforma, a la que tenían acceso miles de agentes con su propio usuario y contraseña.
Aunque esa no es la única preocupación. A la par que el sistema de Mancera se volvía cada vez más obsoleto, la violencia en el país, y la capital, fue aumentando, poniendo en crisis a las autoridades.
Basta con recordar el reciente ataque por parte del crimen organizado en contra del propio titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, para notar la escalada que ha tenido la violencia. En los primeros meses de este 2020, en plena cuarentena por el COVID-19, se registraron 560 homicidios.
En entrevista para Quinto Elemento, oficiales señalaron que a menudo el sistema no les permite mandar videos con evidencia crucial de las escenas del crimen, así como informes completos por el límite de caracteres, e incluso, reportan que en algunas ocasiones no pueden poner su firma electrónica, la cual da validez legal a sus reportes.
“Es un Frankenstein (...) y le faltan pedazos”, aseguró Omar Ramos, un forense en Xochimilco.
Entre 2015 y 2018, los agentes reportaron más de 11,000 fallas en el SIAP, es decir, durante ese período habrían ocurrido, en promedio, 7 errores al día, sin tomar en cuenta los relacionados con ingresar a la plataforma o que no estuvieran disponibles en las oficinas de trabajo.
En tanto, durante el periodo de enero de 2015 a diciembre de 2019, la investigación obtuvo que el equipo de soporte técnico atendió 1,831 llamadas reportando fallas, es decir, en promedio una al día.
Hacía más recientes fechas, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló que haría las actualizaciones correspondientes a la interfaz para arreglar las fallas que no permiten a los agentes trabajar plenamente en sus informes de los hechos.
Sin embargo, la Fiscalía, que se encargaría de ello, no ha brindado información oportuna sobre dicho trabajo que le fue encargado.
Lamentablemente, proyectan que, aún cuando el SIAP sea actualizado, las que ahora darán problema serán las computadoras que cuentan las oficinas de las dependencias de seguridad. Refieren que tienen equipos con sistemas operativos que apenas les permiten abrir un archivo de Word, pues según transparencia, el 80% de las computadores de escritorio de la Fiscalía tienen Windows 7, procesador de textos que data del 2009.
Además de tener fallas con el SIAP, ahora los agentes deben lidiar con las computadoras, en las que tampoco almacenan información por desconfianza en las mismas.
Esta práctica ha retrasado las labores de inteligencia, ya que no tienen manera de detectar patrones de los criminales.
“El problema es que yo hago un informe con Word con el mismo sujeto que robó dos días en otro lugar, que también (tiene un) informe que está en Word (...) Entonces esa información nunca se va poder cruzar digitalmente por que no ha sido subida; tú estás a ciegas, solamente tienes lo que el denunciante te está dando en ese momento”, relató un policía de investigación que trabaja en la Fiscalía.
De tal modo, aunque la Fiscalía se apresure a mejorar el sistema, los agentes seguirán enfrentándose con dificultades técnicas, ya que requieren una renovación del resto de sus instrumentos de trabajo que les permitan subir sus informes y con ello, avanzar en el sistema de investigación.
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