La visita la próxima semana del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una serie de críticas, advertencias y análisis sobre las ventajas y desventajas del viaje al país vecino del norte apenas unos meses antes de las elecciones presidenciales en la nación de las barras y las estrellas.
En su última edición impresa, el semanario inglés The Economist fue el último en sumarse al cada vez más polémico tema. De acuerdo con la publicación, “no queda claro qué es lo que AMLO (por las siglas de su nombre) pueda obtener de esta reunión excepto millas de viajero frecuente”, indicaron en un texto titulado “Los dos amigos”.
“Una reunión entre los presidentes mexicano y estadounidense normalmente impulsa una relación que es vital para los dos países, especialmente en las áreas de comercio, migración y crimen”, indicaron. “Es improbable que el encuentro entre Trump y AMLO consiga eso”, añadieron.
Y es que para la revista inglesa, la cumbre que se llevará a cabo el miércoles 8 y jueves 9 de julio quedará grabada en la historia como “una de las más raras”. “Será una reunión excepcional, cara a cara en la era del COVID-19, en donde se juntarán dos líderes que son notablemente reacios a promover la distancia social”, indicó.
“El presidente Trump ha molestado a México desde que anunció su candidatura en 2015. Sin embargo, López Obrador ha escogido la Casa Blanca como su primer destino internacional desde que asumió el cargo hace 19 meses”, explicaron.
López Obrador argumentó que realizará este viaje para celebrar que el 1 de julio entró en vigor el T-MEC, el acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá que sustituyó al TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Pero Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, no ha confirmado su asistencia hasta ahora.
“La reunión le brindará una ocasión a Trump para alardear lo mucho que obtuvo de su invitado mexicano”, remarcaron, detallando el despliegue de la Guardia Nacional en las fronteras mexicanas para evitar el paso de migrantes que buscan llegar a territorio estadounidense, así como la política de “mantenerse en México” a los solicitantes de asilo que quieren entrar a aquel país.
“El T-MEC es mejor que no tener un acuerdo desde el punto de vista de México, pero no es probable que haga reflotar una economía que se hunde”, dijeron. Además, compararon a ambos mandatarios como “una especie de almas gemelas”.
Los dos líderes son enemigos ideológicos, pero también son dos populistas cuyas fortalezas se encuentran en el terreno de los símbolos más que en la substancia del gobierno
The Economist también advirtió que la amistad de López Obrador con Trump llega a expensas de su relación con Joe Biden, el ex vicepresidente en el mandato de Barack Obama (2008-2016) que será el candidato demócrata que enfrentará al mandatario estadounidense en noviembre y es por ahora el favorito en la carrera.
“Los demócratas están consternados por la sumisión de AMLO ante Trump. Cuando Biden visitó México como vicepresidente en 2012, se reunió con los tres candidatos presidenciales mexicanos, incluido López Obrador”, recordaron. Pero el tabasqueño no contempla corresponder el favor.
“Sus consejeros dicen que sería un riesgo porque politizaría la cumbre. Algunos miembros del equipo de Biden creen que AMLO está tratando de ayudar a Trump para ser reelecto. Si Biden gana, el presidente mexicano tendrá que realizar algunas ‘reparaciones’”, concluyeron.
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