“Vendo chicles”: el inusual castigo a un niño de Sonora por burlarse de una menor de bajos recursos

Su tía compartió a través de redes sociales la lección, que generó gran controversia entre los usuarios

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(Foto: Facebook)
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A través de redes sociales, una mujer de San Luis Río Colorado, en el estado de Sonora, mostró el singular castigo con el que reprendió a su sobrino por haberse burlado de una niña de bajos recursos.

Todo comenzó el lunes 22 de junio, cuando el menor y su grupo de amigos se rieron de la pequeña porque estaba recogiendo botes de basura para ayudar a su familia. María Márquez se enteró de lo que había hecho su sobrino y decidió darle una lección para que no volviera a actuar así: le colgó un letrero del cuello, le dio una caja de chicles, y le obligó a salir a la calle a pleno sol para vender los masticables.

“Vendo chicles porque humillé a una niña de bajos recursos”, se leía en el cartel que el niño llevaba tanto en el pecho como en la espalda.

Durante el castigo, su tía le sacó dos fotografías que rápidamente se viralizaron en redes sociales. Explicó que su intención era que él aprendiera que la menor no juntaba la basura por gusto, sino por necesidad y para poder subsistir. Además, le ordenó a su sobrino entregarle a la niña todo el dinero que reunió con la venta de chicles, y le exigió pedirle perdón cada vez que la vea.

(Foto: Facebook)
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La publicación de la mujer de Sonora se viralizó y fue compartida este domingo por la página Maestros millennials, donde las imágenes ya superan las 6,300 reacciones, y se han compartido más de mil veces, generando gran controversia en la red. Y es que aunque la mayoría de usuarios aplaudió la lección que recibió el menor, otros consideraron que fue humillante y demasiado cruel.

“Si le quieren enseñar a no humillar, humillarlo a él no me parece la solución. Si lo hubiera llevado a trabajar a la par de la niña. El cartel está de más”, escribió la usuaria Pricy Giraud.

“Más bien humillación del niño. Le hubieran explicado que tiene que ser empático para que vea lo que la niña hace y siente. Bueno yo así le hubiera dicho, pero nunca la palabra humillación”, comentó en la misma línea Fernanda Vargas.

“Hubiera sido mejor que lo pusiera a ayudarle a la niña, a parte de pedir una disculpa. La mayoría de las veces sí imitan lo que ven en casa, pero también hay niños que envidian, que maltratan, hieren por su cuenta. Yo lo he visto en escuelas. Papás que de plano no saben ni cómo controlarlos. Y un niño entiende perfectamente lo que es humillar”, agregó Jaz Santiago.

Para muchos, sin embargo, la acción no fue humillante sino que se trató más bien de un aprendizaje.

Creo que fue bueno, le están enseñando el valor del trabajo y del respeto. Él a lo mejor tiene todo en su casa, pero no por eso va a tratar mal a las demás personas. Supongo que antes de hacer esto platicaron con él y le hicieron ver el porqué del castigo, y por qué debe ser mejor persona”, opinó Tanibeth Valadez.

“No fue un castigo, es una lección de vida que jamás olvidará y lo veo que está con una sonrisa. No se traumatizó. Vivió un aprendizaje significativo maestros. Excelente tía”, escribió Carolina Rodríguez.

Acerca de la efectividad del castigo, la tía del menor, María Márquez, aseguró que sí aprendió la lección.

“Él entendió su lección y ahora cada vez que vea a la niña tendrá que pedirle siempre una disculpa y el dinero que juntó se lo entregará a ella. No más niños malcriados”, escribió en su cuenta de Facebook.

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