Un grupo de adolescentes mexicanos ha recibido una lluvia de críticas en redes sociales tras compartir en TikTok una serie de videos en los que asustan y molestan a una cría de cocodrilo que compraron en una tienda de artesanías de Acapulco.
En una de las primeras grabaciones, subida a la cuenta de @Mau.Otero, se observa cómo los influencers adquirieron al reptil en un comercio local. La vendedora que les entrega al pequeño ejemplar les da instrucciones para su cuidado, les cuenta que se llama Coco, y les asegura que no tiene un carácter agresivo.
“Es un animal inofensivo, solamente que lo hagas tú enojar. Como aquí se le da de comer diario, no tiene que estar hambriento. Está bien comidito y por eso huele raro. Le pusimos [de nombre] Coco”, dice la mujer mientras el joven sujeta al cocodrilo, que lleva un lazo rojo para inmovilizar su mandíbula.
A partir de ese momento, la cría se convierte en el juguete del grupo de influencers, que buscaba atraer nuevos seguidores con sus videos. En uno de los clips, los jóvenes aparecen en el interior de un vehículo: ríen a carcajadas y se asustan entre sí, lanzándose al animal por los aires. En otra publicación, se ve cómo vendan los ojos a varios amigos; después, estos se sientan y les colocan encima al ejemplar. El reto consiste en adivinar de qué especie se trata. Cuando se retiran la banda y descubren al cocodrilo, gritan y asustan al reptil, que huye nervioso.
Las grabaciones compartidas en TikTok se viralizaron este fin de semana e indignaron a miles de usuarios en redes sociales. Muchos denunciaron el maltrato que sufrió Coco y exigieron a los influencers de Acapulco que entregaran al animal a una asociación. Aunque este lunes Mau Otero eliminó todos los videos en los que se veía al reptil, las imágenes aún circulan en Twitter, donde se convirtieron incluso en tendencia.
El caso generó tanta controversia que llegó a conocimiento de Arturo Islas, un conocido activista ambiental mexicano que lamentó el trato cruel que recibió la cría, solo para conseguir notoriedad en TikTok.
“De entrada, no es el trato que merece un animal. No es justo jugar con un animal para asustar gente. No es justo utilizar los animales para eso ya basta. Si nos hemos indignado por el racismo y por muchas cosas entre seres humanos que han afectado las relaciones entre la sociedad, nos tiene que afectar también el trato que le damos a los animales y el ejemplo que les damos a los demás”, dijo Islas en un video compartido en Twitter.
El ambientalista y conductor de TV Azteca aclaró que “los chavos” fueron cómplices de tráfico ilegal de animales en México, y a través de mensajes directos, les contactó para explicarles que debían entregar al reptil a las autoridades.
“Les quiero decir, lo que esos chavos hicieron es ilegal. Es un delito. Compraron en un puesto de artesanías supongo, en Guerrero, es muy común que suceda esto, un animal que es extraído de su hábitat ilegalmente. Les quiero decir cómo lo hacen: las personas por ganarse una lana extra se van a las lagunas por la noche con unos lazos y un palo, es una forma de capturar cocodrilos, o colocan trampas y capturan a los más jovencitos. Después les lazan el hocico y los venden en las carreteras, en los caminos, y eso es un delito federal que está de alguna manera castigado por las leyes mexicanas”, explicó Arturo Islas.
“Desgraciadamente hay mucha gente ignorante y no sabe que al comprar estos animales que no tienen papeles, que no tienen permiso, que no se están comprando en un establecimiento y que además se están extrayendo directamente de donde ellos viven, están contribuyendo al comercio ilegal de especies. Y eso es lo que hicieron ellos: contribuir al comercio ilegal de especies”, sentenció el activista.
Después de varios intentos, Islas Allende logró contactar a los jóvenes, que reconocieron lo que habían hecho y lo pusieron en conocimiento de las autoridades de Guerrero.
“Tendrán una falta administrativa y el día de hoy están haciendo todo los papeleos para que el cocodrilo regrese a la Laguna de donde lo sacaron”, reveló Islas. “Es una prueba de que compartir estos videos y alzar la voz puede dar grandes resultados. Si bien ellos recibieron una lección, el cocodrilo será libre de nuevo”, añadió.
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