A través de su cuenta oficial de Twitter, el diputado federal Porfirio Muñoz Ledo aclaró que permanecerá en Morena, esto tras difundirse versiones que apuntaban lo contrario. Asimismo, señaló que existen dos tipos de integrantes del partido: los “serviles” y los “congruentes”.
“Circulan versiones de que he renunciado a Morena, nada más falso. Soy fundador del movimiento desde 1986. En el partido hay diferentes morenas: en un extremo los serviles que se someten a la ‘línea’ para conseguir un hueso”, expresó en un hilo de esta red social.
En defensa de su posición ante la 4T y su visión de lo que le conviene al partido que llevó al presidente Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, el ex titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) se refirió así de los políticos comprometidos con la vida pública en México:
“Y en otro los congruentes que luchamos por la preservación y aplicación de los principios que la gente aprobó con su voto. Que se vayan del partido los lambiscones y corruptos. Nosotros nos quedaremos”.
Dicha publicación resultó controversial para algunos miembros de Morena, como la Senadora Citlalli Hernández, quien contestó con un replanteamiento conceptual diferente al de Muñoz Ledo.
“Yo pienso que la dicotomía en pugna es distinta y más profunda. No es entre lambiscones y congruentes. Es entre quienes ejercen la política tradicional del viejo régimen y quienes queremos modificar y dignificar el quehacer político”, respondió en la misma red social la senadora que sufrió un atentado con un “libro-bomba”.
La fractura ideológica en Morena no ha sido definida únicamente en los términos de estos dos representantes públicos, recientemente Alejandro Rojas, candidato a la presidencia del partido, en entrevista para Infobae México, explicó que existen dos alas dentro del partido: la radical y la demócrata.
Bajo esta óptica, la definición específica y definitiva de la división morenista no está definida; sin embargo, en la antesala de la elección del nuevo o nueva presidente nacional del partido, distitnas voces hacen señalamientos internos que podrían generar debilitamientos institucionales, mismos que pueden ser capitalizados por los partidos de la llamada oposición a la 4T, tal como lo afirmó Rojas Díaz Durán.
Ante este panorama, cabe resaltar el mensaje emitido por Ricardo Monreal, líder morenista en el Senado de la República, el pasado 24 de junio quien urgió a la cohesión partidista.
“La experiencia histórica nos ilustra sobre los grandes movimientos transformadores, pero también demuestra que la lucha de facciones los destruye. Nunca me voy a confrontar con mis compañeras y compañeros del movimiento social que tanto nos costó construir”, expresó ante el posible incremento de las tensiones políticas dentro del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
En esa misma línea de diálogo, Monreal Ávila exhortó a Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente interino nacional de Morena, a corregir el rumbo del partido con miras a ganar en las urnas el próximo año.
“Creo que es un mal momento para acrecentar las diferencias al interior. En Morena éste debiera ser un momento clave, de unidad, para que se pueda enfrentar con éxito el futuro de un proceso electoral competido, complejo, que ya ha iniciado. Estos conflictos, aunque no lo queramos, generan desconfianza y genera alejamiento en la base militante y simpatizante de Morena. Nos coloca como un partido alejado del propósito que nos motivó a pertenecer a este movimiento y más tarde formar el partido”, expresó el ex jefe delegacional de la ahora alcaldía Cuauhtémoc.
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