Los precios de las gasolinas en México alcanzaron precios superiores a los registrados antes de la pandemia por coronavirus, a pesar de que la movilidad se ha visto realmente afectada por las medidas de encierro durante la Jornada Nacional de la Sana Distancia y el regreso a la “nueva normalidad”.
El seguimiento de precios de la empresa PetroIntelligence y el de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) demostraron que a inicios de la última semana de junio de 2020 se comercializaban las gasolinas regulares o Magna de Pemex hasta en 22.22 pesos por litro, mientras que la Premium se ofreció hasta en 22.10 pesos.
De acuerdo con los datos recuperados por El Universal, al menos en una estación de servicio de México se pudo comprar combustible hasta 2.67 y 1.47 pesos por litro más cara con respecto al promedio nacional que se registró antes de iniciar la pandemia.
Los primeros casos de coronavirus en México se registraron el 28 de febrero de 2020 a través de la conferencia mañanera de Andrés Manuel López Obrador. Un ciudadano capitalino de 35 años y otro en Sinaloa de 41 años fueron diagnosticados después de arribar al país tras un viaje de negocios.
Un día antes, el medio mexicano reportó que la gasolina regular tenía un precio promedio de hasta 19.55 pesos o máximo 20.50 pesos en la capital del país. El combustible Premium, por otra parte, llegó a comercializar hasta en 20.63 pesos por litro.
Ramses Pech, analista del sector energético, aseguró que el aumento se debe al negocio de Pemex con las Terminales de Almacenamiento y Reparto (TARs), donde se comercializan los combustibles provenientes de la producción nacional de las refinerías y los productos importadas. Actualmente la estatal los controla, además de dominar el mercado de los hidrocarburos.
Por otra parte, especificó que dentro del precio unitario final que llega hasta los consumidores, hasta el público mexicano, el 43% corresponde al valor de salida en las famosas TARs, mientras que el 41% corresponde a impuestos y el 16% al costo de la logística que abarca desde los costos de la estación de servicio, hasta la calidad del combustible.
Por último, aseguró que el impacto de los precios elevados en las TARs podría traer consecuencias, pues aproximadamente 12 mil 707 estaciones de servicio ajustarían al consumidor los precios tanto de la gasolina como del diesel.
En fechas recientes se dio a conocer que la CRE autorizó a Pemex para vender gasolinas y diesel que no cumplen con la Norma 016 (o NOM-016) sobre las especificaciones de calidad de los petrolíferos, de acuerdo con El Universal.
Por el momento, se permitirá que Pemex distribuya gasolina a las zonas sureste, centro y pacífico con clase de volatilidad B-2 desde el 16 de junio y hasta el 31 de agosto de 2020; sin embargo, de acuerdo con la región y época del año, se requerirían combustibles con volatilidad clase A-1.
La justificación de Pemex Transformación Industrial (TRI), a cargo de la Secretaría de Energía (Sener), fue la suspensión de actividades no esenciales en México a causa de la emergencia sanitaria por la enfermedad COVID-19, así como las consecuencias y afectaciones económicas de las mismas.
Por otra parte, revelaron que la CRE también autorizó temporalmente suministrar producto de 500 partes por millón de contenido de azufre -cuando solamente deberían ser 15 partes por millón - en zonas como Escamela, Tierra Blanca, Perote, Xalapa, Tehuacán, Oaxaca, Iguala o Veracruz hasta el 1 de septiembre.
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