El atentado contra el jefe de policía, Omar García Harfuch, rompió todos los esquemas de violencia antes vistos en la capital mexicana. Al menos 25 sicarios atacaron el vehículo donde viajaba él y sus escoltas.
El tiroteo duró apenas 20 minutos, pero se detonaron varios cartuchos de fusiles Barret calibre .50 y murieron tres personas. El Cártel Jalisco Nueva Generación iba por García Harfuch, que ha golpeado sistemáticamente los intereses de ese grupo, y de sus asociados de la Unión Tepito.
Las autoridades han declarado que la agresión se trata de un desafío al Estado. Semanas antes de los hechos, durante una reunión del gabinete de Seguridad Nacional, sus integrantes escucharon la grabación de una llamada telefónica entre presuntos sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación.
En el audio —interceptado por el Centro Nacional de Inteligencia y verificado por la DEA— los supuestos criminales hablaban (sin mencionar nombres) de un “ataque de alto nivel”. Entonces, el periodista Raúl Rodríguez Cortés, citó en su columna de El Universal, que el gabinete de seguridad definió cuatro posibles blancos del crimen.
Como primera posible víctima apareció, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, quien firmó la extradición a EEUU de Rubén Oseguera González, “El Menchito, hijo del líder del CJNG; el director de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, que ha emprendido una serie de acciones contra las finanzas del cártel; el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, que encabeza la estrategia antinarcóticos del gobierno, y finalmente Omar García Harfuch, quien desde su cargo como secretario de Seguridad de la Ciudad de México ha asestado duros golpes a la estructura del CJNG que se encuentra en la capital mexicana.
Como resultado de esos planteamientos, las autoridades reforzaron la protección de los cuatro funcionarios; sin embargo, eso no fue impedimento para que los gatilleros de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho,” se atrevieran a retar al jefe de policía que acababa de salir de su casa para dirigirse al centro de la ciudad, donde se reúne con la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum.
Existen versiones, incluso, de miembros del Gabinete de Seguridad que indican que el rumor que se presentó sobre la muerte de “El Mencho”, identificado como líder absoluto del CJNG, fue esparcido como distractor de los preparativos del “atentado de alto nivel” al que se referían los supuestos sicarios.
El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, no descartó que el ataque este relacionado con el asesinato del juez federal, Uriel Villegas Ortiz, en Colima.
“Una de las primeras hipótesis de la investigación del juez, según ya es conocido, es alguna eventual acción del propio Cártel Jalisco Nueva Generación que aparece nuevamente como hipótesis preliminar, solo el avance de las investigaciones podrían confirmarnos la certeza de esta hipótesis”, señaló.
La presencia del CJNG en la capital mexicana fue confirmada por las autoridades en febrero. La Fiscalía general y la local señalaron entonces que se habían ubicado al menos cinco células bajo las órdenes de Nemesio Oseguera Cervantes. Estas operaban en las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Tlalpan. El reclutamiento de sicarios habría empezado en 2018.
Ese mes, la policía capitalina detuvo a Carlos Fernando, “El Viejon”, operador del CJNG en la capital del país, y presunto responsable de coordinar la ejecución de dos israelíes en un restaurante de un centro comercial de lujo.
La organización criminal más peligrosa de México irrumpió en la ciudad en 2017, lo hizo bajo alianzas locales que pretendían arrebatarle el poder a la Unión Tepito.
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