La emergencia sanitaria en México por COVID-19 y el golpe a la actividad económica mundial que significó un encierro de más de meses llevó a las autoridades monetarias a reducir sus tasas de interés a niveles bajos para propiciar un funcionamiento ordenado de los mercados financieros.
México no ha sido la excepción, pues la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió disminuir en 50 puntos base el objetivo para la tasa de interés interbancaria hasta un nivel de 5%. Se trata, además, del quinto recorte para el país.
A través de un comunicado, Banxico explicó que las expectativas económicas de organismos multilaterales y analistas para 2020 se han vuelto a revisar a la baja, aunque con una recuperación de por lo menos el 3% para el año 2021; sin embargo, indicaron “la inflación general y la subyacente en las economías avanzadas se ubican por debajo de los objetivos de sus respectivos bancos centrales”.
En México, además, se registró una importante contracción de la economía en el primer trimestre del año que se agravó en abril, durante la emergencia sanitaria, por lo que el balance de riesgos para el crecimiento se mantiene a la baja, a pesar de que la reapertura de algunos sectores en mayo, junio y los siguientes meses propiciará cierta recuperación en la actividad económica
Al respecto, aseguraron que a raíz de las recientes decisiones políticas monetarias, los mercados financieros globales mostraron un comportamiento positivo. En México, aseguraron, el peso se apreció en un entorno de volatilidad. A su vez, las tasas de interés de los valores gubernamentales presentaron disminuciones, especialmente las de menor plazo.
Sobre la inflación general anual, la dependencia anunció un aumento 2.15% a 3.17% entre abril y la primera quincena de junio de 2020; sin embargo, “las expectativas para el cierre de 2020 siguen en niveles cercanos al objetivo y las de mediano y largo plazos se han mantenido relativamente estables, aunque en niveles superiores a la meta de 3%”, indicaron.
Agregaron que el balance de riesgos para la inflación se mantiene incierto, pues la trayectoria esperada ha reducido ligeramente en relación con la anunciada. Entre los principales riesgos destacan, a la baja: un efecto mayor al previsto de la ampliación de la brecha negativa del producto y menores presiones inflacionarias a nivel global.
Al alza, por otra parte, episodios adicionales de depreciación del tipo de cambio; y problemas logísticos y de suministro de algunos bienes y servicios y mayores costos asociados a la adopción de medidas sanitarias.
La Junta de Gobierno reveló “que tomará las acciones que se requieran con base en la información adicional y considerando la fuerte afectación a la actividad productiva, así como la evolución del choque financiero que enfrentamos, de tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta del Banco de México en el plazo en el que opera la política monetaria”.
“Perseverar en fortalecer los fundamentos macroeconómicos y adoptar las acciones necesarias, tanto en el ámbito monetario como fiscal, contribuirá a un mejor ajuste de los mercados financieros nacionales y de la economía en su conjunto”, añadieron.
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